Caudete de las Fuentes es un pequeño municipio, tanto por población como por extensión, situado en el centro de la comarca de la Meseta de Requena-Utiel. Su situación estratégica, como paso natural entre la meseta y la costa mediterránea, fue decisiva para que los íberos situaran, sobre el cerro de Los Villares, a pocos metros del casco urbano actual, una de sus más importantes ciudades: Kelin. Las excavaciones, iniciadas en 1955, revelan que estuvo ocupada ininterrumpidamente desde el siglo VII a.C. hasta el siglo I a.C.

El origen de la palabra Caudete apunta a las palabras latinas Caput Aquae, equivalentes a 'fuente'. Las diferentes civilizaciones fueron adaptando este topónimo hasta llegar al actual. Desde el árabe Qabdaq, pasando por Cabdet y, finalmente, Caudete. En 1916, se emitió un Real Decreto por orden del Conde de Romanones que instaba a cambiar el nombre de las localidades homónimas. Así, los vecinos del pequeño Caudete decidieron ponerle el apelativo 'de las Fuentes'. Dado el origen de la palabra 'Caudete', el resultado final dio lugar, sin quererlo, al epíteto 'Fuente de las Fuentes'.

Caudete de las Fuentes, apuntes demográficos

Caudete de las Fuentes debió de ser, durante siglos, poco más que un caserío perteneciente al término de Requena del que no se independizaría hasta 1820. Las mejoras en el riego de su vega mediante acequias, durante el siglo XVIII, le permitió disfrutar de una cierta estabilidad que se tradujo, además, en un auge demográfico que alcanzaría los 600 habitantes de 1840. Tras siglos de administración castellana, en 1851 pasó a depender de Valencia, provincia a la que le unían fuertes lazos comerciales y una mayor proximidad con su capital, como señala el profesor Juan Piqueras. En consecuencia, las costumbres y tradiciones del pueblo son principalmente castellano-manchegas (trajes regionales, gastronomía, etc.), incluso el habla. Desde mediados del siglo XIX, la coyuntural bonanza de la vid, explicará el crecimiento demográfico que experimentará el pueblo, hasta el extremo de alcanzar los 1.740 habitantes en 1920. Sin embargo, a partir de los años 60 acabó sucumbiendo al éxodo rural y la población se redujo hasta situarse en los 700 habitantes de 2019.

El pueblo de Caudete de las Fuentes

Está ubicado en una ladera junto al río Madre, lo configuran calles con pronunciadas pendientes y casas de una o dos plantas. Como monumento relevante de su casco urbano destaca la Iglesia Parroquial de La Natividad de Nuestra Señora, edificio de estilo neoclásico construido en mampostería sencilla a mediados del siglo XVIII.

La Plaza Mayor, Grande o de la Iglesia, y la Plaza de Correos, la Placetilla o la Tómbola, unidas por la Calle de García Berlanga forman el "corazón" del pueblo. Allí encontramos la piscina municipal, ubicada en el hueco de las antiguas bodegas de la residencia de verano del Marqués de Caro. Hoy, de aquel palacete, tan solo queda el edificio de entrada de las caballerizas, uno de los edificios más singulares del pueblo y que hoy alberga la colección museográfica 'Luis García de Fuentes', con piezas procedentes del yacimiento ibero.

La localidad posee, como se ha comentado, diferentes fuentes que hacen honor a su nombre. Particularmente dos, además de la Fuente del Encañete, despiertan un mayor interés por su antigüedad y vistosidad: La Fuente Grande y la Fuente Chica.

La Fuente Chica está situada al final del pueblo, junto a la almazara. En 1911 se le dotó de un frente flanqueado por dos pilastras, tres caños de salida y un par de bancadas a ambos lados de la escalera que facilitaba su acceso. Aunque se le ha añadido la imagen de la Virgen de los Desamparados y algunos detalles cerámicos, la Fuente Chica es esencialmente la misma.

La Fuente Grande, en cambio, ha sufrido muchas más alteraciones. Antes de su primera rehabilitación no era muy distinta a una pequeña balsa, que recibía agua de un hontanar. Con su primera rehabilitación, en 1964, se le construyó un pequeño frente con siete caños de salida. En 1957 se ampliaron sus caños a 20. Desde entonces la fuente ha sufrido numerosas reformas. Tal vez la de 2010 fue la que suscitó mayor controversia, con la creación de la Fuente Nueva, construida espalda con espalda de la Fuente Grande. Finalmente, en 2014, las sequías y la consecuente bajada del nivel freático hicieron que la fuente dejara de manar agua. Lamentablemente, no se ha podido revertir esta situación.

Caudete y la cultura del vino

La comarca de La Meseta de Requena-Utiel posee un amplio patrimonio cultural, arquitectónico y paisajístico vinculado al vino. Existe una gran cantidad de viviendas del municipio con bodegas bajo el subsuelo. Eran los años del auge de la vid; se construían bodegas y la población no paraba de aumentar. Pero con la llegada de la filoxera, hacia 1912, el pueblo entró en un periodo de retroceso, los agricultores empezaron a sellar sus bodegas y muchos comenzaron a abandonar el pueblo. Los que no lo hicieron tuvieron que buscar nuevas fórmulas para subsistir y así surgió la que hoy se conoce como la Cooperativa Nuestra Señora de las Viñas. Al parecer fueron 80 viticultores los que, en 1943, decidieron unirse comprando una bodega del pueblo. Hoy es un bastión de la economía local.

Alrededor del 75% de la población activa del municipio se dedica al sector agrario. Destacan los cultivos de la vid, pero también el almendro y la producción de aceite, favorecidos por su clima mediterráneo con influencia continental.

Caudete de las Fuentes forma parte de la Ruta del Vino D.O. Utiel-Requena. Una ruta enoturística puesta en marcha en el año 2000 con el objetivo de poner en valor el vino y su cultura. El turismo rural representa, sin duda, un importante sector en la economía del municipio. Por ello, se han acometido diferentes proyectos como la rehabilitación de las Bodegas Iranzo, construidas entre 1916 y 1929, o la apertura del hotel rural Entreviñas, una antigua casa de labranza rehabilitada que ofrece la oportunidad de envolverse en la cultura del vino.

Caudete de las Fuentes es una localidad ubicada en un entorno rural con una economía basada en la agricultura, especialmente en el cultivo de la vid que destaca por la calidad de sus vinos de Denominación de Origen y por los vestigios históricos encontrados pertenecientes a la Edad del Bronce. A pesar de ver reducida su población desde mediados del siglo XX, debido al éxodo rural, el municipio ha sabido adaptarse, poner en valor su patrimonio y apostar por un turismo enológico y cultural que revitalice su economía y convertirlo en un destino atractivo para los visitantes.

En ese sentido destaca el turismo relacionado con su historia, en particular aquellos visitantes interesados en conocer la cultura íbera. La ciudad de Kelin, integrada en la Ruta de los Íberos de la Diputación de València, se ha convertido, sin lugar a dudas, en uno de los más importantes recursos turísticos para la localidad y la comarca.