La renta de un niño cuando crezca dependerá, en gran medida, del hogar en el que se crió. Pero no solo eso, también influye la región en la que se afinque. El porcentaje de jóvenes que se criaron en familias pobres y crecieron ricos es el doble en Cataluña (21%), Madrid (17%) o Aragón (17%) que en Extremadura (8%), Canarias (8%) o Andalucía (9%).
Algunos territorios ofrecen mejores oportunidades para la movilidad social que otros. En algunas comunidades la mayoría de hijos están en centiles de renta más altos que sus padres. Es el caso de La Rioja, Aragón, Catalunya, Castilla y León, Castilla-La Mancha o Baleares. En el otro extremo (hijos que viven peor que sus padres) se sitúan Extremadura, Cantabria, Murcia, Andalucía y Canarias. Aquí la mayoría de los hijos han bajado varios peldaños respecto al nivel de vida de sus progenitores. La excepción son una vez más las rentas más altas, que por lo general son capaces de sostener a sus hijos arriba vivan donde vivan, especialmente las familias pertenecientes al 1% más adinerado.
En el caso de la Comunitat Valenciana, los jóvenes que crecieron en hogares de la renta más baja, sí que han logrado prosperar respecto a sus padres, y presentan una renta de alrededor del 45% en las tres provincias.
