Los centros de acogida temporal de emergencia (CATE) impulsados por la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas con motivo de la pandemia por COVID-19 han atendido a un total de 237 personas desde que se pusieron en marcha el pasado abril en distintos puntos de la Comunitat Valenciana. Así lo indicó ayer la directora general de Acción Comunitaria y Barrios Inclusivos, María José Cortell, quien explicó que estos centros han atendido a perfiles muy diversos que iban desde personas sin hogar hasta otras a las que sus familias o los entornos comunitarios, a los que acudían ordinariamente, no podían garantizarles la atención que requerían en la crisis sanitaria.

Cortell señaló que la conselleria adoptó la decisión de crear estos centros ante las «nuevas situaciones de vulnerabilidad específicas», que ha causado la pandemia, y que requieren «de una atención social o socio-sanitaria que no puede ser prestada con los recursos ordinarios del Sistema Público Valenciano de Servicios Sociales».

Los servicios sociales de atención primaria, junto con las distintas direcciones territoriales o direcciones generales de la Conselleria y con las entidades de iniciativa social o empresas del ámbito socio-sanitario han sido las encargadas de remitir a la dirección general de Acción Comunitaria y Barrios Inclusivos los posibles casos, que se han valorado a través de una comisión encargada de hacer la asignación y el seguimiento. En total, se han atendido 237 casos, de los que 120 corresponden a hombres y 117 a mujeres. Por el rango de edad, 182 tenían entre 16 y 64 años y 55 tenían 65 años o más. Los distintos CATE comenzaron a funcionar en la mayoría de los casos a mediados del mes de abril, y estaban distribuidos por distintos puntos de la Comunitat Valenciana. En concreto, habían 2 en la provincia de Alicante, 3 en la de Valencia y 1 en la de Castelló.