Una lectura más reposada de la última Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de 2020, publicada recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE), permite descubrir algunos datos sin duda inquietantes sobre la gravedad de la crisis social debido al devastador impacto del coronavirus en las economías domésticas. El período de confinamiento dispara la cifra de viviendas sin ocupados de la Comunitat Valenciana hasta los 736.800 hogares, lo que supone un incremento del 44,3 % en comparación con el segundo trimestre de 2019. Un panorama desolador.

La Comunitat es la tercera donde más creció el paro entre abril y junio con 42.500 desempleados más debido a la crisis sanitaria de la covid-19. Eso representa un 12,18% por encima del período enero-marzo y sitúa la tasa de paro en el 16,74%, hasta las 391.000 personas. Esa alarma social también se reconoce al observar que la ocupación bajó en 128.600 personas durante la primavera. Y hay que tener en cuenta que esta cifra no incluye a los afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) con suspensión de empleo que, según la metodología de la Oficina Estadística de Unión Europea (Eurostat) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que se aplica en la EPA, pues se consideran ocupados. Con ello, el número de ocupados que efectivamente trabajaron en el segundo trimestre se reduce a 1.556.200 ( el 36,93% de la población de 16 y más años).

Cae la tasa de actividad

Además, el número de hogares con todos sus miembros activos en paro (es decir, en edad de trabajar, esto es, mayores de 16 años) aumentan en 20.700 y se sitúa en 128.700 hogares. Hay que tener en cuenta que poco más de la mitad de la población valenciana es calificada como «activa»; en concreto, el 55,5% del total. Pero esa tasa disminuye 2,1 puntos durante el segundo trimestre de 2020 y se sitúa 3,0 puntos por debajo de idéntico período de tiempo del año anterior. Por sexos, la brecha es grande. La de hombres es del 62 %, con lo que disminuye 2,3 puntos respecto al trimestre anterior, mientras que la de mujeres la tasa de actividad es del 49,3%, 1,9 puntos menos que el trimestre anterior.

El impacto de los ERTE ha sido grande en el mercado laboral de la Comunitat Valenciana ya que la suspensión o la reducción de jornada de los trabajadores afectados por algún expediente de regulación temporal de empleo, junto con la influencia de otros tipos de ausencias al trabajo (como paro por razones técnicas o económicas, o enfermedad, accidente o incapacidad temporal), sí ha tenido reflejo en las horas efectivas de trabajo realizadas. Así, estas disminuyeron entre abril y junio un 22,40% respecto al primer trimestre de 2020. En el conjunto de España, el número de hogares con todos sus activos en paro se sitúa en 1.148.800, lo que representa el 6,1% del total.

Los agentes sociales confían en los efectos del pacto de reconstrucció

Las responsables de Empleo y Formación de CC OO y UGT-PV, Ana García y Pilar Mora, respectivamente, coinciden en reconocer que es necesario avanzar en el acuerdo alcanzado fruto del diálogo social (en referencia al pacto Alcem-nos), donde se detallan medidas para reactivar el tejido productivo de la Comunitat Valenciana «con ayudas a la creación de empresas, planes de empleo y programas de formación y cualificación de los trabajadores». Además, se apuesta por la I+D+i en una economía respetuosa con la sostenibilidad ambiental, y por supuesto, con el refuerzo de los servicios públicos sanitarios, en educación, en servicios sociales y dependencia.

El empeoramiento de la economía de las familias valencianas se produce cuando también se ha dado a conocer que el conjunto de España registró en el primer trimestre de 2020 un descenso del 3,29% de los ingresos disponibles por cabeza respecto de los tres meses anteriores, lo que supone la caída trimestral más profunda entre los 21 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Para la Confederación Empresarial de la C. Valenciana (CEV) urge adoptar en el corto plazo aquellas «medidas fiscales, laborales y sectoriales que preserven al máximo el tejido empresarial y el empleo y en el medio plazo se acometan, sin demora, reformas estructurales», advierte la patronal liderada por Salvador Navarro.