«No comparto las declaraciones (de la secretaria de Estado de Digitalización, Carme Artigas). La decisión de cómo y cuándo se implantará la aplicación Radar Covid la decidirá la Generalitat». Así de contundente se mostró ayer la consellera de Sanidad, Ana Barceló, cuando fue preguntada por la fecha dada por Artigas para que esta aplicación móvil de rastreo de contactos se pusiera en marcha en la Comunitat Valenciana, la semana que viene. Tal como ya hizo esta semana el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, Barceló mantuvo las reservas del Gobierno valenciano con respecto a esta aplicación móvil.

«Se hará cuando lo consideremos», apuntó e incluso auguró que la Comunitat Valenciana podría no estar en la lista de regiones en las que la aplicación esté plenamente operativa ya que la fecha límite para ello es el 15 de septiembre.

«Podríamos no sumarnos», adelantó. Los motivos no eran por «cuestiones éticas» con respecto al tratamiento de datos sino más bien por mantener una metodología de seguimiento de contactos y, como adelantó el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, el temor a que se generase «confusión» entre los usuarios de la aplicación si ésta les notificaba que estaban en riesgo por haber estado en contacto con un positivo sin conocer dónde o cuándo podría haberse dado ese contacto.

«Nosotros estamos estudiando todavía no solo la efectividad de la aplicación, sino cómo eso va a repercutir y qué incidencia va a tener cuando estamos llevando a cabo ya una labor de rastreo», dijo la consellera. «Es una cuestión de eficiencia, de eficacia y de ver en qué medida puede completar» las tareas de rastreo que se llevan a cabo ya.

El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, animó esta semana a las comunidades autónomas a unirse a esta nueva herramienta digital de rastreo que ya funciona en siete regiones: Andalucía, Aragón, Cantabria, Extremadura, Canarias, Castilla y León y Baleares.