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"Hacemos de rastreadores, pero también nos toca resolver dudas"

Treinta uniformados de la UME apoyan a la Conselleria de Sanidad en labores de rastreo para contener el virus: "Somos todoterreno, estamos para ayudar en cualquier emergencia"

El capitán Jesús Martí supervisa a uno de los rastreadores de la Unidad Militar de Emergencias durante las llamadas. LEVANTE-EMV

«Buenos días, soy el capitán Jesús Martí, soy militar de la UME, trabajamos junto a la Conselleria de Sanidad y le llamo porque ha estado en contacto estrecho con un positivo por coronavirus». A un lado del teléfono, una persona se entera con un mensaje contundente que despierta las orejas que ha estado cerca del virus SARS-COV-2 y que le tocará hacerse un test PCR para saber si está o no contagiado. Al otro, un militar que tras años de lucha contra catástrofes como incendios o inundaciones, ahora afronta como misión frenar el virus con llamadas y preguntas. El capitán Jesús Martí Bartual es el coordinador supervisor de los rastreadores que el Gobierno ha puesto a disposición de la Generalitat Valenciana a partir de la Unidad Militar de Emergencias (UME) para reforzar el sistema de detección y prevención del virus. «La Conselleria de Sanidad nos pasa una serie de contactos, un listado de nombres y sus números de teléfono a los que llamamos para decirles que han tenido contacto estrecho con una persona que ha dado positivo por covid y les explicamos cómo deben proceder», asegura en una entrevista telefónica para Levante-EMV el capitán de la UME. Su trabajo es, por lo tanto, clave para limitar la propagación del coronavirus, evitar que haya positivos asintomáticos sin detectar y que estos sigan expandiendo el microscópico ser que ha infectado la rutina mundial. Para esta labor, explica Martí, «en la Comunitat Valenciana nos hemos organizado en tres turnos de 10 personas cada uno: por la mañana, por la tarde y en festivo». Una maquinaria que no para y que hace que se pueda recibir una llamada uniformada prácticamente en cualquier momento del día, cualquier día de la semana. Su función durará hasta octubre cuando transfieran la labor a uniformados del Ejército de Tierra que se están formando durante estas primeras semanas. De momento, indica el capitán Martí, «trabajo hay mucho». Al día se pueden llegar a realizar hasta 180 llamadas.

«La media de cada caso positivo que se le asigna a cada militar es desde entre 5 minutos hasta 1 hora, depende del número de contactos». «Solemos hacer entre unas 20 o 30 llamadas por día, más o menos por ahí estará el número», añade. La respuesta por parte de la sociedad, dice, «está siendo positiva, estamos teniendo muy buena acogida». ¿Les hacen más caso por ser del personal del Ejército? «No, yo creo que no, la gente está muy mentalizada ya». Asegura que desde que comenzaron las labores hasta ahora «hemos ido teniendo cada vez más responsabilidad, siempre al servicio de la Conselleria de Sanidad». Así, han pasado de hablar con las personas que eran contactos de un positivo «a tener que ser quienes preguntamos por contactos estrechos, localizarlos y llamarlos para explicarle la situación». Este hecho hace que los encargados de realizar estas llamadas sean, según su coordinador, «personal de tropa, suboficiales que cuentan con importantes labores sociales y de comunicación, la mayoría gente joven, y sobre todo, con mucha empatía». Tanto es así que, tal y como cuenta el capitán, «hacemos de rastreadores, pero también nos toca resolver dudas y dar ánimos».

«Hay mucha gente que cuando le llamas se preocupa por el virus, por si ha podido contagiar a alguien o que vive sola y no sabe cómo actuar, nosotros tenemos que atenderlos y tranquilizarlos», manifiesta. También ayudar con las dudas: «Nos preguntan mucho por tema de bajas laborales o de qué pueden hacer una vez saben que han sido contacto estrecho de un positivo». Por eso, en muchas ocasiones, se alza una mano frente a los teléfonos con un «mi capitán» que suena a necesidad de ayuda. «Yo soy el coordinador y estoy para solventar algunas preguntas o algunas cuestiones que no saben cómo responder», expresa Jesús Martí, quien añade que a muchas de esas preguntas «nosotros no tenemos respuesta». «Pero hay veces que también me pongo a hacer llamadas», incide. Antes de arrimar el hombro a partir del rastreo de contactos, el capitán Martí explica que han recibido una formación básica sanitaria «que se añade a lo que nos enseñaron en la Academia sobre pandemias». Este último servicio se suma a su labor en otras emergencias más habituales como incendios e inundaciones: «Es la filosofía con la que nació la UME de estar para todo lo que sea colaborar ante una emergencia, somos todoterreno». «Por nosotros no va a ser», sentencia el capitán.

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