El pleno del Consell aprobó ayer una declaración institucional ante la situación de emergencia de las personas refugiadas en Moria, en la isla griega de Lesbos, tras el incendio provocado el 9 de septiembre que destruyó gran parte del centro de recepción de solicitantes de asilo. El texto muestra su «solidaridad con el sufrimiento de las personas y familias desplazadas forzosas» y también la disponibilidad a colaborar solidariamente con el resto de comunidades autónomas en la acogida del mayor número de personas refugiadas y asiladas que le sea posible y la solicitud al Gobierno español a coordinar esta acción.