La coalición Compromís ha ampliado sus líneas rojas a los presupuestos del Estado a una mayor inversión en los trenes de cercanías. Lo anunció ayer en las Corts la diputada Belén Bachero, portavoz de la coalición en materia de infraestructuras. La falta de inversión en las cercanías valencianas se ha convertido en uno de los focos de tensión entre la coalición y el Gobierno. Las continúas protestas de los usuarios trata de capitalizarlas las formación valencianista. La reforma del modelo de financiación es otra de las exigencias. El PSOE ya pactó con Compromís para la investidura de Pedro Sánchez en enero presentar en ocho meses un nuevo sistema de financiación, algo que se va a alargar por la pandemia.
La semana pasada, la coalición también dejó caer que la creación de un fondo de nivelación podría ser clave para dar el sí. La coalición quiere jugar bien sus cartas porque un voto puede ser decisivo para los presupuestos.
Ayer Bachero exigió más inversiones para solucionar las graves carencias en los trenes valencianos de cercanías. «No podemos estar peor que hace 20 años, así que el voto de Compromís a los presupuestos del Estado (PGE) estará condicionado a la llegada de inversiones», aseguró.
Según Compromís, el transporte ferroviario de cercanías ha sido un caos cuando se debería haber puesto más material rodante para garantizar la distancia de seguridad entre las personas .
El diputado Jesús Pla hizo referencia en la línea Xàtiva-Alcoi, un servicio que durante el estado de alarma por la pandemia redujo al mínimo su frecuencia y que no se ha recuperado, lo que es un grave problema de movilidad para las personas que viven l’Alcoià, el Comtat y la Vall d’Albaida
La también diputada Papi Robles puso el foco en la C-3 de Cercanías que une València con Utiel, que tiene un potencial de usuarios directos de 160.000 personas pero que prácticamente no se utiliza por las deficiencias que presenta el transporte ferroviario.
