Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"He pagado 1.800 euros por un tratamiento y llevo 11 meses de espera sin dientes"

La Plataforma de Afectados de Dentix e iDental se reúne en Manises para estudiar las medidas legales - Plantean una demanda colectiva

Un momento de la reunión ayer de afectados, en Manises. | MIGUEL ÁNGEL MONTESINOS

«Soy una afectada de Dentix». Quien habla es una mujer de Paterna, una de las muchas perjudicadas por la quiebra de la empresa. «He pagado por un tratamiento 1.800 euros y llevo 11 meses de espera sin dientes, me tenían que arreglar la boca y ahora no puedo ni comer ni hacer nada». Su queja es una de las que acudieron ayer hasta el centro infantil La Tarara, en Manises, para reunirse con la Plataforma de Afectados por Dentix e iDental y estudiar acciones conjuntas.

«Nos reunimos para informar con un abogado de los siguientes pasos que tienen que hacer, si han hecho o no reclamaciones», explica Rosa Huertas, afectada por iDental que intenta unir a los afectados de una y otra compañía que han dejado a cientos de personas con un tratamiento a medias, en muchos casos con perjuicio para la salud dental, y además, con una deuda acumulada que han de pagar. «Con intereses», recuerda Huertas, que señala que la mayoría ha tenido que financiar los tratamientos con un crédito.

«Ahora tengo que ir a otro dentista porque no puedo estar sin dientes, todavía soy joven y no puedo aguantar en esta situación», señala la mujer de Paterna que no quiere dar su nombre. Cuenta que Dentix ya le ha advertido que si no paga las deudas pendientes le incluirán en la lista de morosos. «Me limaron algunos dientes, me pusieron otros provisionales que estaban rotos y he tenido que estar esperando 11 meses y todavía sigo esperando, es una vergüenza», sentencia.

Cinco años sin comer bocadillos

Otro de los afectados, que responde a las iniciales de A. E., explica que lleva cinco años sin poder comer bocadillos. «Me pusieron una ortodoncia por la que pagué 4.800 euros con intereses y el tratamiento ha sido nulo, cada vez que iba a tener una cita me la alargaban», protesta.

Además, indica que ha sufrido dos infecciones en la boca por las que ha tenido que pedir la baja laboral y tenía que alimentarme a base de sopas». «He tenido ansiedad y depresión», añade, al tiempo que explica que uno de los dos implantes que le colocaron se lo pusieron «atado a uno de los hierros de los ‘brackets’».

La tercera afectada que quiere contar su historia narra que lleva tres meses esperando una prótesis que no llega. «Y encima tienen la poca vergüenza de decir que me espere, que a ver si viene pronto, cuando sé que no pagan a los proveedores, ¿cómo va a venir?», se pregunta indignada. «Sigo sin dientes y no puedo comer». Por ello se reúnen con un abogado y la plataforma, para saber «qué pasos dar y cómo salimos de esta». Entre las posibilidades, aseguran que estudian una demanda colectiva que se una a la de Facua.

Compartir el artículo

stats