Las subvenciones a los Institutos Valencianos de Innovación Tecnológica seguirán siendo gestionadas en 2021 por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), organismo adscrito a la Conselleria de Economía. Las líneas de ayudas, que este año ascienden a 50 millones, han sido incluidas de nuevo en las cuentas del departamento que dirige Rafael Climent sin que esta vez haya supuesto trauma alguno. A diferencia del año pasado cuando la conselleria que dirige Carolina Pascual peleó hasta el final para que estos recursos fueran incluidos en su área, a las puertas de que el documento económico se cierre, no ha habido movimiento alguno para tratar de amarrarlo.

La renuncia de Pascual no es anecdótica ya que hace justo un año este asunto la llevó a amagar con presentar su dimisión. La pelea por qué departamento debía gestionar estas subvenciones acabó dando lugar a un agrio pleno del Consell en el que los presupuestos estuvieron a punto de quedar encima de la mesa.

En realidad, la disputa entre Innovación y Economía venía de lejos y se remonta al pacto del Botànic II cuando la recién creada conselleria con sede en Alicante reclamó sus competencias en innovación, lo que incluía los institutos tecnológicos. Un año de arduas negociaciones entre ambos departamentos y un decreto de estructura de por medio acabó inclinando la balanza a favor de Innovación.

Enfrentamiento

Hacienda decidió en la víspera del pleno del Consell sacar esta línea de ayudas del Ivace y dársela a Innovación. El acuerdo pasó el visto bueno de la comisión delegada de Hacienda, pero en el pleno del Consell la vicepresidenta Mónica Oltra condicionó el apoyo de Compromís a que esos 50 millones volvieran a estar bajo supervisión de Economía. La conclusión fue un pleno de varias horas e incluso la tramitación de una fe de erratas dado que Hacienda ya no tenía tiempo para enviar el documento corregido a las Corts. Pascual llegó a plantear su dimisión, aunque finalmente asumió la derrota.

En medio de un clima aún más enrarecido que entonces entre Compromís y el PSPV, la conselleria ha tirado la toalla y ni siquiera ha planteado quedarse con estas líneas. Cabe apuntar que este departamento es uno de las más modestos desde el punto de vista presupuestario y el mayor bocado es el dinero de universidades. El crecimiento y posicionamiento de esta conselleria está muy vinculado a la innovación, un área que Economía entiende que también le pertenece.