Un bono-descuento similar al turístico pero dirigido a reactivar el consumo en el comercio de proximidad, con una dotación presupuestaria de 10 millones de euros. Esta es la propuesta que el síndic de Ciudadanos, Toni Cantó, puso ayer encima de la mesa en el marco de la negociación parlamentaria de los presupuestos de la Generalitat.
El líder de la formación naranja compareció junto al presidente de Confecomerç, Rafael Torres, para poner el foco en la «dramática situación» que atraviesa un sector que representa el 12 % del PIB, compuesto por 61.000 pequeñas empresas y 210.000 trabajadores. «Muchos comercios se han visto obligados a cerrar y el 30 % está en riesgo de desaparecer», aseguró Cantó, que trazó un paralelismo entre el bono planteado ayer y el que se aprobó hace unos meses para ayudar al sector turístico a propuesta de Ciudadanos. Ahora, según el partido naranja, el objetivo pasa por la inyección de dinero procedente de las arcas autonómicas para reactivar el consumo «ante una campaña clave para el sector como es la Navidad», advierten.
Preguntado por la negociación de los presupuestos, Cantó afirmó ayer que, «además de la no subida de impuestos, hay que concretar más medidas» con los partidos del Consell. «Hemos visto buena predisposición, pero esto va de realidades y de cifras», remachó.
Por su parte, la coordinadora autonómica de Podem, Pilar Lima, recordó el viernes que las cuentas de la Generalitat no necesitan el apoyo de Cs. «Ni Ciudadanos es un partido progresista, ni lo es Inés Arrimadas ni mucho menos Toni Cantó, quien lleva meses demostrando su intención de desestabilizar al Botànic y quien se pone del lado de la extrema derecha. No podemos darle la bienvenida a quienes buscan erosionar un acuerdo de izquierdas para sobrevivir políticamente», zanjó.
