La noche del lunes fue de terror en Viena. La capital austríaca sufría un ataque terrorista que ha dejado, de momento, cuatro personas fallecidas y otras 17 personas heridas, siete de ellas de extrema gravedad, según las informaciones oficiales. Elena Biosca lo vivía a unos cuantos metros de distancia, con el susto en el cuerpo y la preocupación en los mensajes de móvil de familiares y amigos. «Empezamos a ver las noticias y hubo un gran seguimiento para ver qué estaba pasando, no nos lo podíamos creer», indica.

La valenciana de Rafelbunyol cuenta que su casa está «a unos 10 minutos andando del lugar donde ocurrió». Sobre las ocho de la tarde, según los testimonios que fue recabando la policía del país centroeuropeo, se produjeron disparos hasta en seis lugares diferentes del centro de Viena aunque el inicio fue en una sinagoga que estaba cerrada. «Esa zona la llaman el triángulo de las Bermudas por la cantidad de bares y de locales de ocio para la gente joven, han ido a un sitio al que hacer daño porque suele haber bastante gente», añade Elena.

Viena, igual que el resto de Austria, agarraba las últimas horas antes de un confinamiento que volverá a dejar estampas parecidas a las del mes de marzo. «Era un momento con mucho movimiento por la calle, con bastante gente apurando antes de que a las 11 de la noche se decretara el cierre de los comercios por la pandemia, mi pareja, por ejemplo, había salido a pasear tres horas antes», explica la música de 28 años que llegó hace seis a Austria, para continuar con su carrera como clarinetista.

El atentado le pilló en casa y le sigue causando sorpresa. «Este es un país súper seguro, en mi vida me habría imaginado que ocurriría un atentado o algo por el estilo en Viena, menudo susto nos hemos llevado», asegura la joven de Rafelbunyol.

El propio Gobierno del país señalaba durante la noche del lunes que los atentados en Viena son una situación a la que Austria no se enfrentaba «desde hace décadas». «Nuestro país tiene más de 75 años de democracia fuerte, es un país donde la libertad de opinión y la tolerancia están protegidas», subrayó el ejecutivo austríaco.

"Hay mucha Policía"

El martes Viena se levantó encapotada, con las escuelas cerradas por el ataque yihadista y con el miedo a un hecho que no se acababa de cerrar. «Hay poca gente paseando y no es porque no se pueda porque el confinamiento permite los paseos y que las escuelas abran», manifiesta Biosca que añade que lo que sí que hay «es mucha policía por las calles, hay un gran operativo montado».

En concreto, según cifras oficiales, más de un millar de agentes se encuentran rastreando la zona y analizan los 20.000 vídeos que han llegado para buscar a otros posibles colaboradores del atentado que acompañaran al autor del ataque ya abatido y reclaman a la ciudadanía que se quede en sus casas.

Elena, por su parte, cuenta que otras personas conocidas lo pasaron peor. «Una amiga que es cantante de ópera le pilló en el último ensayo y tuvieron que quedarse dentro del teatro durante varias horas hasta que la situación se calmó». La música, seña de la ciudad de Viena y su concierto de año nuevo, tuvo que callar durante un momento por los disparos de la intolerancia.