Los más de 200 litros que descargó el núcleo de precipitaciones a primera hora de la tarde del jueves provocó que el Barranco de Picassent se desbordara en Beniparrell e inundará el polígono Vereda Sud, dejando a centenares de trabajadores atrapados, incluso durante toda la noche.

El alcalde de Beniparrell, Voro Masaroca, explicaba ayer que «no había visto esta catástrofe en años, con coches apilados, barro por todos lados, muros y vallas caídas… es un auténtico caos». El alcalde relataba que «en 20 minutos, empezó a llegar el agua procedente de Picassent y Monserrat, y todo se desbordó e inundó».

Desde la Asociación de Empresarios de Beniparrell (Aembe), su directora Carmen Sorio, afirmaba que el polígono «es una zona catastrófica» y que «alrededor de un millar de trabajadores de un centenar de empresas se vieron atrapados y han tenido que pasar allí la noche».

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Daños en el polígono Vereda Sud de Beniparell Miguel Ángel Montesinos

Los coches flotaban por la calle

Juan José Castilla, con una empresa de iluminación, es de los que pasó la noche en su nave. «Una de mis trabajadores sí pudo marcharse con los bomberos pero yo decidí quedarme y dormir en el coche», explicaba a este diario. El empresario relataba que sobre las seis de la tarde «los coches ya flotaban por las calles del polígono». Su nave acumuló cuarenta centímetros de agua, causando daños en maquinaria, aunque la producción sí la ha salvado.

Menos suerte ha tenido Mª Ángeles, con una empresa dedicada a decoración y manualidades. «Lo he perdido todo. Tenía un millón de euros ahí dentro», lamentaba. Ella y sus 18 trabajadores salieron de la nave pasadas las 12 de la noche en un camión de Bomberos. Los familiares les esperaban en la vía de servicio. Los coches se quedaron aparcados bajo las aguas. «Llevo aquí 22 años y nunca había visto nada así», afirmaba.

Joan Ignasi tiene una empresa de transporte. A las diez de la noche pudieron salir andando con el agua por los tobillos, cruzar las vías y a través del polideportivo llegar a Beniparrell. Eran siete personas. «Cuando se desbordó el barranco, abrimos las puertas de la nave y el agua entraba por una y salía por la otra, pero ha habido zonas de acumularse un metro de agua», relataba. Ayer estaban sacando el barro de dentro de las naves, aunque a algunas no podía entrar al taponar las puertas parte de la mercancía. «Al menos hemos perdido 600.000 euros».

Desde Aembe afirmaban que «la prioridad es limpiar y tratar de achicar y dejar las empresas en un estado medio normal, evaluar los daños, que serán millonarios, y analizar como seguir con la actividad», avanzaba Sorio. Luego, la idea es sentarse con las «Administraciones implicadas para buscar soluciones para que esto no vuelva a ocurrir», apunta.