El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación publicó, en el BOE, el 5 de noviembre la orden por la que se establece la reserva marina de interés pesquero de Sa Dragonera y se definen su delimitación, zonas y usos. Esta nueva reserva cuenta con una superficie de 457 hectáreas en el sureste de la isla de Mallorca, de las que 82 serán de reserva integral (sin usos permitidos salvo el seguimiento científico debidamente autorizado). La protección de los recursos marinos en esta zona del Mediterráneo es fruto de la estrecha colaboración entre el ministerio y la comunidad autónoma de las Islas Baleares, materializado en un convenio relativo a la gestión compartida de la reserva marina de Levante de Mallorca – Cala Rajada, y que se amplía ahora para incluir en su ámbito de aplicación la reserva marina de Sa Dragonera. Con esta nueva incorporación se amplía a 12 el número de espacios protegidos que componen la Red de Reservas Marinas de Interés Pesquero de España, 9 en el Mediterráneo y 3 en Canarias. Las reservas marinas ofrecen protección a más de 103.000 hectáreas, de las que algo más del 10% son zonas de protección integral. Cinco de estas reservas están gestionadas en exclusiva por el Ministerio, porque se encuentran en zonas donde solamente hay aguas exteriores (Masía Blanca, Islas Columbretes, Cabo de Gata – Níjar, Isla de Alborán e Isla de la Palma), mientras que las otras siete son de gestión compartida con las comunidades autónomas ya que existen aguas exteriores e interiores (Levante de Mallorca – Cala Rajada, Sa Dragonera, Isla de Tabarca, Cabo de Palos – Islas Hormigas, Cabo Tiñoso, Isla Graciosa – Islotes del norte de Lanzarote y Punta de la Restinga – Mar de las Calmas). La reserva marina de Sa Dragonera se caracteriza por su perfil abrupto y fondos rocosos, donde las distintas especies encuentran zonas de protección y abrigo. En su interior destacan las praderas de posidonia oceánica, arrecifes y cuevas sumergidas, donde conviven poblaciones con gran potencial de recuperación, como mero, cabracho, morenas, brótolas, corvina negra, sargos, chopa, doradas y dentón, así como seriolas y espetones. Asimismo, la nueva reserva va a contribuir a la protección de las aves marinas de la Zona de Especial Interés para las Aves (ZEPA), como la pardela (cenicienta y balear), y la gaviota de Audouin, completando de esta manera la protección y recuperación del hábitat marino en torno a las Islas Baleares. La zonificación contempla una reserva integral, donde sólo se autorizan trabajos científicos debidamente justificados y una zona de usos restringidos con puntos para el buceo de recreo. Por el exterior de estas dos zonas se permitirá la pesca profesional artesana (palangrillo, potera para calamares y curricán de superficie) y de recreo (curricán de superficie y volantín).