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Mollà insta a los arroceros a fanguear y activar motores para frenar la pudrición

Recuerda que se exponen a multas de la UE por las ayudas ambientales

Agua contaminada en los Tancats de l’Albufera ante la acumulación de paja podrida. | F.CALABUIG

La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica insta a los agricultores a que cumplan con sus obligaciones con la paja del arroz de l’Albufera. Así pues, les conmina a fanguear los campos de las zonas afectadas a la mayor brevedad, o mover motores para evitar que se extienda la pudrición en las más bajas en las que sea posible el fangueo.

Además, si no cumplen con las exigencias para las que se les concedieron las ayudas agroambientales de la UE se exponen a una posible penalización en el cobro de las mismas, así se lo hace saber el director general de Medio Natural y de Evaluación Ambiental, Benjamín Pérez Rocher, en una carta dirigida a los ayuntamientos que se enmarcan dentro del territorio del Parc Natural de l’Albufera, para que estos se lo transmitan a sus agricultores.

El actual esquema de ayudas agroambientales provenientes de Europa permite tres alternativas para la gestión de la paja de arroz: el triturado e incorporación al suelo de la misma, mediante el fangueo, la retirada del campo para su posterior aprovechamiento y de forma excepcional la quema, siempre que esté justificada y autorizada por la administración competente.

Estas ayudas tienen como objetivo el mantenimiento del cultivo del arroz bajo los máximos estándares de sostenibilidad medioambiental. Por ello, desde SEO/BirdLife se muestran críticos con que se destinen ayudas a la quema de la paja, ya que, «no cumple con esa finalidad» asegura Mario Giménez, delegado de en la Comunitat Valenciana.

De las 21.120 hectáreas de extensión con las que cuenta el Parc Natural, aproximadamente 16.000 son arrozales, es decir, el 65% de su superficie corresponde a cultivos de arroz. Si la paja generada por estas plantaciones se acumula en el campo se pudre y contamina el agua, provocando que esta se quede sin oxígeno, y que huela mal. La situación se agravó a principios de noviembre por el temporal, dejando más de 10.000 toneladas de paja acumuladas en las zonas bajas.

Por su parte, conselleria este fin de semana ha puesto en marcha las máquinas de limpieza para la retirada de la paja, cumpliendo con el plan de emergencia establecido.

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