El clima no da tregua a la Ribera. Ni siquiera ha dado tiempo a cambiar la hoja del calendario. El segundo temporal de precipitaciones de noviembre ha vuelto a inundar algunas poblaciones de la comarca, especialmente en Alzira. Los vecinos de los barrios situados a un nivel más bajo de la capital ribereña acabaron, de nuevo, con el agua por encima de los tobillos tras desbordarse el Barranc Fosc.

La mañana amaneció gris y eso es siempre un mal presagio para una comarca en la que se suceden los episodios nefastos relacionados con el agua. Los registros pluviométricos que dejaron ayer las precipitaciones no se acercan, ni por asomo, a los que se produjeron hace poco más veinte días. Pero ya se sabe lo que ocurre cuando llueve sobre mojado.

Durante varias horas, el agua cayó de manera intermitente y con intensidad variable. En ocasiones, incluso, acompañada de pedrisco, aunque de reducido tamaño. El punto de inflexión se produjo pasado el mediodía. Una tromba localizada, especialmente, en Alzira. El Barranc Fosc, que ya participó activamente en las inundaciones de principios de mes, se desbordó y anegó las calles de la zona sureste de la ciudad.

En apenas diez minutos cayeron 16 l/m2, una cifra considerada torrencial. En barrios como Les Basses, l’Alquenència o Venècia el agua, acompañada de barro, ramas y raíces, alcanzó rápidamente un palmo de agua hasta subirse a las aceras. También se acumuló en la estación del ferrocarril. Las precipitaciones también obligaron a cortar al tráfico la carretera de Albalat, donde desemboca el Barranc de la Murta. Dos vehículos, incluso, resultaron accidentados.

Cae un muro de contención

Otras localidades también sufrieron pequeños percances por la acumulación de agua, como es el caso de Algemesí, que se vio obligada a cortar el Pont Roig, o l’Alcúdia, donde se desplomó un muro de contención en el camino de Montortal, cerca del Hort de Manus. Las lluvias continuaron durante el resto de la tarde, aunque con una intensidad menor. En el acumulado diario al cierre de este periódico, la estación meteorológica con un registro mayor era la situada en el barrio alzireño de l’Alquenència, donde, curiosamente, cayeron más de quince litros que en la ubicada en el ayuntamiento, a un kilómetro de distancia, al superar los 95 l/m2.

En Guadassuar cayeron también cerca de 90 litros, aunque sin que se produjesen percances como los de Alzira. Entre los datos más elevados se encuentran, también, los más de 75 litros de Massalavés, cifra a la que se aceraron también L’Alcúdia y Carcaixent. La borrasca dejó registros menores en el resto de municipios de la comarca, aunque la alerta se mantuvo hasta bien entrada la noche.