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José Luis Jiménez

"Hay que lucharde forma inteligente, si no estaremos en un yoyó de confinamientos"

«Las medidas contra el contagio por aerosoles no son difíciles y muchas son gratis; por eso y por el principio de precaución deberían adoptarse», defiende el científico experto en aerosoles

Hay que luchar de forma inteligente, si no estaremos en un yoyó de confinamientos»

La importancia de la vía de transmisión por aerosoles todavía encuentra resistencias entre los médicos.

Es un argumento erróneo. El sarampión es más contagioso, pero las enfermedades que se transmiten por el aire no tienen por qué ser más contagiosas. Hay dos ejemplos claros: la tuberculosis solo se transmite por el aire y es menos contagiosa que la covid. La tuberculosis se consideró muy contagiosa porque los enfermos son contagiosos durante un año, por lo que acaban contagiando a mucha gente, pero en circunstancias como una reunión o un coro contagiarían a menos personas. La covid solo es muy contagiosa en dos o tres días: los dos días antes de que empiecen los síntomas y cuando aparecen.

¿El SARS-CoV-2 es más contagioso que el virus de la gripe y menos que el del sarampión?

Sí, sí.

Al principio de la pandemia se insistía en el peligro de tocarnos la cara. ¿No nos podemos llevar a las mucosas de boca, nariz y ojos las partículas infectivas que impactan en la cara mediante las gotas?

Es plausible. Pero incluso la OMS acepta que no hay ni un solo caso demostrado de que la enfermedad se transmita de esa forma, por superficies. Se piensa que estos virus no sobreviven muy bien en las manos. Y te tendrías que tocar el interior del ojo o el interior de la nariz o de la boca. No es muy fácil. La CDC [Centros de Control de Enfermedades], aquí en Estados Unidos, dice claramente desde hace meses que el contagio por superficies es posible pero no es la vía principal. Me da pena ver que se dedica mucho esfuerzo a limpiar superficies y ninguno a quitar el virus del aire, algo relativamente fácil y que es lo importante.

Algunos ayuntamientos han comprado camiones para desinfectar las calles.

Es un desperdicio. Deberían venderlos. El virus, cuando está en el suelo, es muy difícil que vuelva a subir. Además, los rayos ultravioleta del sol destruyen su infectividad tal vez en 10 minutos.

En España el rastreo solo ha podido vincular un 12 % de los casos a eventos concretos. ¿Que la mayoría de la gente no sepa dónde se ha contagiado apoya la teoría de la importancia de la vía de contagio por aerosoles?

Sí. Hay otros países donde se ha podido rastrear mejor, pero básicamente hay dos situaciones: una es hablar de cerca sin mascarillas, y otra es compartir el aire con otras personas en una habitación, caso del coro que hemos estudiado, un restaurante y otros ejemplos. Se sabe que esta enfermedad tiene una gran dispersión: de media, una persona contagia a 2,5, pero eso no quiere decir que todos contagien a 2,5. Hay mucha gente que no contagia a nadie y un 10 o 20 % que contagian al 80 % de los nuevos casos. Para que alguien contagie al 80% tiene que contagiar a 10 o 20 personas. La CDC dice que tienes que hablar cerca de alguien 15 minutos para poder infectarle por gotas. Es muy difícil infectar a alguien así por gotas, es mucho más fácil infectarlas hablando cerca o compartiendo el aire de una habitación. El caso del coro y todos los de superpropagación que hemos estudiado apuntan a aerosoles. No hay ni uno solo, que yo sepa, que apunte a las gotas o a las superficies.

¿Y en el contacto cercano?

También son los aerosoles, por simple lógica. Los casos de propagación pasan cuando estos aerosoles, como el humo, que exhala una persona, están diluidos en una habitación y pueden llegar a ser muy infecciosos, como en el coro que estudiamos, en el que de 60 personas se infectaron 52. Cuando hablas cerca de alguien, respiras ese aire infectado con una concentración que a lo mejor es 50 o 100 veces mayor, como si hablaras con un fumador.

Quienes están en contra de las mascarillas dicen que reducen la saturación de oxígeno en sangre.

Son ‘terraplanistas’, como digo yo. Puedes hacer el experimento fácilmente con un pulsioxímetro. Hay un artículo publicado en ‘The Lancet’, creo, y se ve que la saturación de oxígeno no cambia. La cantidad de aire que se queda entre la mascarilla y la cara es pequeñísima comparada con que respiramos. Podemos respirar un poco más sin darnos cuenta, el cuerpo lo regula. Cuesta un poco más de trabajo, pero es una incomodidad que hay que tolerar, porque con la covid se respira mucho peor.

El CSIC lanzó recientemente un documento sobre ventilación para los colegios que ha difundido el Ministerio de Sanidad. En esencia coincide con sus posturas sobre los aerosoles. ¿Podemos esperar de Sanidad un cambio inminente sobre esta vía de contagio?

Espero que sí. En las últimas semanas hay una gran receptividad de las administraciones en cuanto a los aerosoles que antes no había, y esta es una muy buena noticia. Hay un informe del Consejo Interterritorial de Salud que salió el otro día, donde por primera vez se decía que la enfermedad se transmite por aerosoles. Y este informe del CSIC que menciona, que sigue la línea de Harvard, y estamos todos más o menos de acuerdo. Pero esto se tiene que difundir de forma masiva. Sigo viendo que hay personas que llevan muy mal puesta la mascarilla, y me dicen que la gente se sigue juntando en el bar con la puerta cerrada y se quitan la mascarilla.

Sí, es muy frecuente en España.

Al final, no es un virus muy contagioso. No es como el sarampión, y para contagiar se lo tenemos que poner fácil: o tenemos que hablar con gente de cerca sin mascarilla o compartir el mismo espacio bastante tiempo y sin mascarillas. Y es lo que estamos haciendo, se lo ponemos muy fácil al virus, y esto me desespera. Tampoco es tan difícil: una vez que sabes cómo se transmite, es factible ponerse las pilas y limitar bastante la transmisión. Las consecuencias de no hacerlo son tremendas: ya estamos otra vez con confinamientos.

Hace meses que escribió a Fernando Simón, sin obtener respuesta. ¿Qué le gustaría que dijese en una de sus ruedas de prensa que no haya dicho hasta ahora?

Me gustaría que dijera que hay bastante evidencia de transmisión por aerosoles, y que una gran parte de la comunidad científica piensa que esta es la manera principal. También que, por el principio de precaución –y esto está recogido por ley en España–, cuando algo es probable que sea dañino, se tiene que actuar por ley como si estuviera demostrado. Por este principio de precaución, y como las medidas para los aerosoles no son tan difíciles y muchas son gratis, deben adoptarse. Si dijera esto y las medidas se diseñasen de manera inteligente, podríamos parar mejor la pandemia. En invierno, al compartir el aire en interiores con baja humedad, aumenta la propagación de la gripe. Por todas estas razones va a ser más difícil controlar la infección. Hay que poner toda la carne en el asador y luchar de manera inteligente, si no vamos a estar en un yoyó de confinamientos. La sociedad está muy cansada y la economía ya está muy dañada.

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