El conseller de Educación, Vicent Marzà, a preguntas sobre el combate del virus en las aulas con la llegada del frío, recuerda que donde las condiciones meteorológicas no permiten la situación ideal, que es la ventilación natural y cruzada todo el tiempo, se deben abrir al menos 3 minutos cada 25 minutos. «Esto provoca una afectación comprobada, tanto aquí como en Alemania, de un descenso de las temperaturas de entre 3 y 4 grados, que obliga a taparse más, pero no de forma significativa respecto a lo que pasaba otros años», asevera.

Familias en zonas del interior de la provincia, e incluso en determinados centros de otras localidades donde las temperaturas no acompañan en el día a día en las aulas, se han quejado porque sus hijos se ven obligados a trabajar en el pupitre con mantas. Formaciones sindicales también han reclamado a Educación que generalice los purificadores en todas las aulas y no los limite a 8.000 en la Comunidad, por las circunstancias en que se dan algunas clases.

Sin embargo el conseller insistió ayer en que «los filtros HEPA de alta intensidad son para espacios no habituales de clase, para que tengan todas las condiciones de seguridad y sanidad como determinan los investigadores». Y para el resto insistió sobre la ventilación como forma óptima que aconsejan los técnicos.

Marzà saca pecho de haber sido pioneros en abrir las aulas para investigar la afectación de los aerosoles, «algo que no se había hecho todavía, y gracias al estudio del CSIC se ha visto claramente que la ventilación natural es la mejor. Lo hacen en los protocolos de Alemania en los que también nos hemos fijado, que dicen que lo primero es la ventilación natural donde sea posible».

«Es claro y notorio -abunda-, que si todos y todas hiciéramos lo que están haciendo en los centros educativos, no pasaría lo que está pasando en esta sociedad y el nivel de incidencia del coronavirus sería mucho menor. Los centros educativos están siendo referencia», remarcó al tiempo que acentuó su agradecimiento tanto al profesorado como a la comunidad educativa en su conjunto.

Su valoración tras el primer trimestre de curso, es «muy satisfactorio. Hemos podido demostrar que gracias al trabajo ingente de toda la comunidad educativa, de toda la organización que se ha hecho, ha funcionado».

Y concluye destacando que «tenemos el menor índice de incidencia de todo el Estado en los centros educativos. Estamos demostrando que es posible afrontar esta pandemia con la presencialidad que tenemos en los centros, y al mismo tiempo generando la trazabilidad y seguridad necesarias como para que, ante cualquier detección de un positivo, se corte el contagio».