La Diputación de Valencia ha sacado adelante el mayor presupuesto de su historia con 550 millones de euros. Las cuentas para 2021 resultaron ayer aprobadas con el voto a favor del PSPV, Compromís y la Vall ens Uneix, la abstención del PP y Ciudadanos y el único voto en contra de Vox. Los presupuestos de 2021 están encaminados a incrementar la inversión en los municipios, ayudar a los ayuntamientos a dar una respuesta inmediata a las necesidades causadas por la pandemia y modernizar la institución, según el presidente de la diputación, Toni Gaspar. El dirigente provincial destacó la intención de todos los grupos de llegar a acuerdos y añadió que «por encima de las diferencias lógicas entre unos y otros, hay una buena voluntad de trabajo que se refleja en un presupuesto que mantiene el mismo escenario de consenso después de un año muy complicado y el reto de un 2021 que requerirá la misma unidad de acción».

El portavoz del PP, Vicent Mompó, lamentó la «baja ejecución del presupuesto del presente ejercicio» y avanzó que su grupo estará «vigilante para que la ejecución en 2021 sea mayor».

Mompó aseguró que los políticos deben «llegar a acuerdos porque, en un momento como el actual, la ciudadanía no entendería que no se alcanzasen pese a las diferencias ideológicas». Antepuso la responsabilidad de su grupo al abstenerse tras aceptar el equipo de gobierno algunas de las enmiendas del PP, como el millón y medio para mejora del patrimonio, las ayudas nominativas a determinados colectivos sociales y agrarios y la dotación adicional para el Fondo de Cooperación.

La portavoz de Ciudadanos (Cs), Rocío Gil, explicó que su grupo se ha abstenido por responsabilidad, pero que las cuentas no responden a las verdaderas necesidades de la provincia.