Los centros educativos preuniversitarios son el reflejo del empeoramiento de la pandemia. Solo la semana pasada, Sanidad dictó el confinamiento de 674 grupos de 304 colegios e institutos lo que, sumados a los que permanecían en cuarentena desde el balance anterior, son en total 984 grupos de 481 centros educativos los que estaban en casa al final de la semana pasada. Ambas cifras son las más altas de 2020-21, pues el mayor número de clases confinadas se registró la semana pasada y fue de 549 grupos en 298 centros, mientras que el balance global nunca había superado las 620 aulas que se registraron entre el 9 y el 13 de noviembre, tras el puente de Todos los Santos.

Asimismo, estas dos semanas han dejado un total de 29 brotes educativos, según los datos de Sanidad, mientras que en vacaciones se notificaron 33, correspondientes a los últimos días de clase de 2020. Con todo esto, 1.364 centros públicos y concertados acabaron la semana sin clases confinadas, cuatro de cada cinco (el 73,9 % del total de 1845), porcentaje que empeora al 83,9 % de la semana anterior, pero es bajo. Por esto, la Confederación de Ampa Gonzalo Anaya defendió ayer la presencialidad en las aulas; igual que la patronal de la concertada, Feceval.

Por primera vez, la Conselleria de Educación ha facilitado en el balance semanal datos de docentes y alumnado: han sido positivos el 0,7 % de los estudiantes y el 1,5 % del profesorado, afirmaron ayer.