Durante la última semana la Comunitat Valenciana ha empezado a ver de nuevo la luz en plena pandemia. Tras un mes de enero fatídico en el que el número de positivos por covid notificados rozó en varias ocasiones los 10.000 casos diarios, y una cantidad de muertes inasumible que incluso en febrero han pasado del centenar cada día, los datos acumulados de contagios muestran claramente que la curva de la tercera ola está en ya pleno descenso.

Pese a todo, la Generalitat anunciaba esta misma semana que mantendrá hasta el 1 de marzo las medidas restrictivas que se han ido aprobando desde diciembre para frenar el avance de la pandemia. Porque lo cierto es que el riesgo sigue ahí, incluso en mayor medida que cuando, en plenas vacaciones navideñas, la transmisión empezó a descontrolarse a base de encuentros y reuniones de familiares y amigos.

Así lo indica al menos el actual Índice de Crecimiento Potencial (EPG por sus siglas en inglés) en la Comunitat Valenciana, un parámetro con el que se intenta medir el riesgo de rebrote que tiene la covid-19 en un territorio en concreto. Este dato se calcula multiplicando la Incidencia Acumulada (IA) de 14 días por la Razón de Tasas (el cociente de la IA actual con la de hace una semana) y que trata de determinar la situación en 7 días si continua la misma tendencia. La Generalitat valenciana no, pero otros gobiernos autonómicos como el de Cataluña sí tienen en cuenta el EPG a la hora de decidir actuaciones encaminadas a frenar contagios, como los test masivos o los cierres perimetrales.

El pasado lunes 8 de febrero la Conselleria de Sanidad notificó el menor número de contagios por coronavirus en la Comunitat Valenciana durante el último mes: 2.046 positivos detectados mediante test PCR y antígenos. Para encontrar una cifra de casos notificados en un día menor que esta hay que remontarse al 4 de enero de este mismo año, cuando la conselleria notificó 2.012 nuevos positivos.

El 21 de enero se alcanzó el máximo riesgo de rebrote del año: 2.043 casos por cada 100.000 habitantes

Pese a esta similitud en la cantidad de positivos, entre ambas fechas hay una diferencia importante en lo que se refiere a la incidencia de casos por cada 100.000 habitantes (965 positivos por cada 100.000 habitantes el 8 de febrero y 363 el 4 de enero) y, por lo tanto, al riesgo de rebrote de la pandemia. De hecho, mientras que el 4 de enero la EPG era de 363,8 puntos, la del 8 de febrero llegó a los 675,5 puntos. Un 85,68 % más.

Es decir, pese a la evidente mejora de la situación de la pandemia en la Comunitat Valenciana de los últimos días, existía a principios de esta semana casi el doble de riesgo de rebrote que durante las vacaciones navideñas.

De todas formas, no hay que dejar de tener en cuenta que la situación no es igual a la de entonces. Por una parte, la población vacunada es mayor que a principios de año (la vacuna empezó a administrarse el 27 de diciembre) y, por la otra, las medidas adoptadas por la Generalitat para frenar el avance del virus son más duras ahora que a principios de año.

El 20 de enero (algo más de dos semanas después de los 2.012 contagios del 4 de enero) se alcanzó el récord de notificaciones de positivos en la Comunitat Valenciana en esta tercera ola: 9.810 contagios en un solo día. El 21 de enero, el Consell implantaba el actual cierre de la hostelería, centros sociales y de ocio e instalaciones deportivas, y la limitación del comercio no esencial hasta las 18.00 horas. Poco después llegaría el cierre de las ciudades de más de 50.000 habitantes durante los fines de semana y el límite de dos personas no convivientes en encuentros familiares y sociales.

Ese 21 de enero el riesgo de rebrote alcanzó su récord. Manteniendo la tendencia de las jornadas anteriores se podía alcanzar en 14 días una IA de 2.043 casos por cada 100.000 habitantes. Así pues, el endurecimiento de las medidas llegó en el momento justo y lo cierto es que desde ese día, aunque siguieron registrándose cifras de contagios y, sobre todo de fallecidos, demasiado altas, el EPG empezó a descender paulatinamente. El 28 de enero, el riesgo de rebrote era de 1.646, el 4 de febrero de 988 y el pasado 11 de febrero de 400 casos por cada 100.000 habitantes.

Tendencia a la baja

Actualmente la Comunitat Valenciana es la tercera con una EPG más alta de la España -solo por detrás de Madrid (459,9 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días) y Andalucía (405,5)- pero desde enero y hasta mediados de esta semana había encabezado esta clasificación. Sí que sigue siendo la autonomía con mayor incidencia acumulada en 14 días (690,7 casos por cada 100.000 habitantes), pero si en vez de la de dos semanas tomamos como referencia la IA de 7 días, la Comunitat Valenciana ya está por detrás de Andalucía, Aragón, Asturias, Castilla y León, Madrid y el País Vasco.

Otro indicador que nos confirma la tendencia favorable en la Comunitat Valenciana es el de Razón de Tasas (RT) en 7 días, un dato que se obtiene al dividir la Incidencia Acumulada de un día por la de la semana anterior. Si está por encima de 1 significa que incidencia del virus está subiendo. Por debajo de 1 significa que está en descenso. Desde mediados de diciembre hasta el 31 de enero, la RT valenciana siempre ha estado por encima del 1 (el pico lo alcanzó el 14 de enero al llegar al 1,94). A partir del 1 de febrero la RT se ha mantenido por debajo del 1, alcanzando su cifra más baja (de momento) el 11 de febrero, con 0,58.