La temporada de caza 2020-21 cierra este fin de semana una campaña muy condicionada por las restricciones sanitarias. El balance de la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana pone el foco, especialmente, en la caza del jabalí. «Las restricciones horarias y de movilidad han provocado que muchos cazadores no hayan salido al monte, al no poder llevar a cabo las esperas nocturnas», señala su presidente Raúl Esteban. Cada año se abaten alrededor de 30.000 jabalíes, aunque señalan que sin medidas de control, la población podría incrementarse hasta en un 300 % en solo un año sin caza.
Situación que se modificará a partir del lunes, tras los cambios publicado el viernes en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana. El cierre perimetral de las 16 grandes ciudades valencianas, así como la obligación de no circular a partir de las diez de la noche, provocó que muchos cazadores no pudieran trasladarse a sus acotados «para realizar los necesarios controles poblacionales». Según Esteban, en el colectivo existe «una gran preocupación», pero también entre los agricultores y el mundo rural «por el evidente aumento de determinadas especies silvestres como jabalí, corzo, ciervo, cabra montés o muflón y el conejo.
Esteban incide en que los daños agrícolas ascendieron a más de treinta millones el año pasado por los meses de inactividad a causa del confinamiento. De ahí que tanto AVA-Asaja y la Unió de Llauradors secundaran junto a la Federación la necesidad de declarar la caza como «actividad esencial». No solo por las pérdidas en el campo, sino por los accidentes que provocan en las carreteras e infraestructuras de transporte, o por la transmisión de enfermedades como la zoonosis o la sarna.
Ayudas y menos tasas
La Federación ,con más de 40.000 federados, reclama que se amplíe la temporada de caza mayor, «al menos durante el próximo mes de mayo para que los clubes puedan cumplir con la gestión poblacional en sus acotados». Esteban, además, pide no solo prorrogar las jornadas cinegéticas hábiles para la caza del jabalí «sino una política integral para ayudar económicamente al colectivo». Entre las ayudas que solicitan está «la posible reducción de tasas o subvenciones para que el sector pueda mantenerse y ejercer la actividad para el mantenimiento óptimo de las densidades poblacionales».
Esteban incide en que la actividad cinegética «ya no tiene nada de lúdica desde el momento en que tiene un plan técnico de ordenación que se convierte en un instrumento de gestión o en un trabajo con el nivel de densidad actual de poblaciones silvestres». Desde la Federación se ha pedido, también, una ampliación de la campaña de caza mayor al menos durante este mes de marzo para que los clubes puedan cumplir con la intervención poblacional en sus acotados.