La doctora e investigadora en el área de vacunas de la Fundación Fisabio, María Garcés-Sánchez, defiende la continuidad de la vacunación con AstraZeneca. «Es una decisión que va a provocar que mucha gente desconfíe de una vacuna que es segura y efectiva como se está demostrando en Reino Unido», explica. 

«Los números están ahí», replica en consonancia con los estudios publicados por Escocia donde AstraZeneca muestra una efectividad del 84 % en mayores de 80 años para prevenir hospitalizaciones. «No sé cómo vamos a abordar esta situación porque habrá mucha gente que después dude», lamenta. 

Entre las explicaciones científicas asegura que si hubiera plausibilidad biológica por el uso de un vector de adenovirus y el desarrollo de trombosis «también deberían suspenderse las vacunas de Johnson&Johnson y Sputnik que está desarrolladas con el mismo método».

Tal y como desgrana la especialista en vacunas, miembro del Comité Asesor de Vacunas y pediatra en el centro de salud de Natzaret, "los estudios demuestran que hay una relación menor entre la cohorte de población vacunada que en la no vacunada en los sucesos de trombosis". Asimismo, admite que hay un cambio de paradigma "total": "Hemos pasado de pedir que se vacune a los mayores de 65 años con AstraZeneca a que se suspenda, es un desastre".

Garcés-Sánchez menciona un informe de la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia en el que se señala que sobre la base de los datos disponibles, el ISHT (por sus siglas en inglés) "cree que los beneficios de la vacunación covid-19 superan en gran medida cualquier posible complicación y recomienda la vacunación de todos los adultos elegibles".

De momento, la paralización de dos semanas de la administración de este fármaco no afecta a la segunda dosis de ninguna de las personas vacunadas con AstraZeneca. Esta empezó en la segunda semana de febrero y como entre las dos dosis hay entre 10 y 12 semanas, los 15 días de parón no intercederán. 

 La parte positiva, indican los expertos casi con la boca pequeña, es que la suspensión de AstraZeneca no afecta a los mayores de 80 años, los más vulnerables frente al virus, porque se están vacunando con Pfizer y Moderna para las que hay destinadas más de 56.000 dosis de la primera y 17.000 de la segunda. 

Para esta semana, la Conseleria de Sanidad había indicado que su objetivo era administrar 84.780 dosis de la vacuna de AstraZeneca para profesionales de servicios sociales, trabajadores de instituciones penitenciarias y personal de centros educativos.

 Mientras tanto, el protocolo sanitario de vigilancia sobre los vacunados es el que se establecía hasta ahora con mecanismos abiertos para que quienes sientan algún efecto secundario informen a las autoridades. "Está súper controlado, no hay de qué preocuparse", añade Garcés-Sánchez.