La suspensión durante 15 días de la vacunación con el viral de AstraZeneca paraliza por completo la inmunización más ambiciosa que, precisamente ayer, se había iniciado en la Comunitat Valenciana hasta ahora. En el hospital de campaña situado junto a La Fe de València, se pasó literalmente de los aplausos al llanto en cuestión de media hora y se vivieron situaciones de todo tipo: desde personas que esperaban su turno para el pinchazo inminente hasta quienes salían por la puerta con la vacuna ya puesta pasando por mujeres y hombres que estaban con la manga arremangada y siendo atendidos.

Si bien, tanto el personal de enfermería como los trabajadores del ámbito educativo comentaban y se hacían eco de las noticias que llegaban de otros países —durante el mediodía Italia, Francia y Alemania ya habían paralizado la vacunación con el material de Oxford—, en el interior de la carpa todo transcurría con normalidad: alegría al recibir la dosis y consultas y dudas de última hora, todo con el consejo interterritorial en marcha y mientras las personas citadas esperaban para entrar o ya habían recibido el pinchazo y hacían el correspondiente reposo de 15 minutos.

300 vacunas a la hora

Desde las 15 horas y hasta las 18 —cuando llegó la orden de parar las inyecciones—, en la Fe se había inmunizado a buen ritmo y sin problemas, a unas 750 personas, a razón de 150 cada 30 minutos. En total, en los cuatro puntos habilitados en València para esta primera jornada dedicada al sector educativo, se esperaba vacunar a unas 4.700 personas, 97.000 en toda la semana entre la Fe, el hospital de la Malva-rosa, el pabellón de Massamagrell y el espacio Jubiocio de Benicalap.

Cabe recordar que la vacunación del personal de los centros educativos públicos, privados y concertados empezaba ayer por la tarde y continuaba hoy, mañana y el jueves, además de los días 26 y 27, aprovechando en la mayoría de los casos jornadas no lectivas (en València, por las fallas) o sus vísperas. Además de docentes, se incluían otros profesionales en contacto con el alumnado, como orientadores, fisioterapeutas, cocineras, monitores de comedor, profesionales de limpieza... de colegios, institutos, conservatorios, escuelas de diseño y de adultos, EOI y centros de FP: un total de 116.000 personas.

En el hospital de campaña junto a la Fe, la noticia cayó como un jarro de agua fría. El jefe de servicio de Medicina Preventiva, Juan Beltrán, fue el encargado de transmitir la orden que había recibido al centenar de sanitarios que trabajaban en la carpa. «¡No, no, no... se suspende la vacunación, no cojáis ninguna vacuna más, me acaban de llamar de conselleria!», aseguraba, ante la incredulidad de las personas presentes.

Barceló: «Es temporal»

Poco después llegaba la confirmación pública: «Esta tarde Sanidad ha paralizado cautelarmente la administración de la vacuna de AstraZeneca en todos los colectivos pendientes de su administración que estaban programados. He comunicado esta decisión a todos los departamentos. Es temporal y por el tiempo imprescindible», explicaba la consellera Ana Barceló. En el caso de La Fe, esto dejó a punto de finalizar la vacunación de centros como el CEE Sebastián Burgos —con trabajadores disgustados, pues la mayoría ya habían recibido la dosis— y otros, como el Colegio Esclavas de María que esperaba ya en la carpa. «Ha sido por un par de minutos; estábamos en primera fila... han entrado y casi en grito han dicho que se paraba la vacunación», explica Sergi Calvo, uno de los docentes. «Estamos en shock, porque da mucha impresión y ha sido impactante. Me pongo en la piel de quien se ha pinchado y la situación es complicada», considera.

Con centenares de docentes vacunados y otros tanto citados que dieron media vuelta —había turnos hasta las 20.30 horas—, Barceló lanzó ayer «un mensaje de tranquilidad a todos los valencianos y valencianas a los que ya se ha administrado esta vacuna»: «la paralización obedece únicamente a una razón de prudencia».

Más tarde, también reaccionó el conseller de Educación, Vicent Marzà: «Estaba bien preparado y funcionaba bien. Volveremos a trabajar las horas que haga falta para que sea posible en el mismo momento en que las autoridades sanitarias internacionales, estatales y las de la Generalitat nos digan que es seguro suministrar la vacuna. Lo haremos», transmitía a los centros, que también han trabajado en la organización de la vacunación.Precisamente, la noticia pilló al secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, en el hospital de campaña y no dudó en dirigirse y dar una primera explicación a los docentes que esperaban su turno.