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Alerta roja para 34 monumentos

El objetivo es impulsar la recuperación y evitar que acaben desapareciendo

El Palauet de Cortina, en Torrent, en una imagen de archivo. | T.ROSSELLÓ

La asociación Hispania Nostra ya ha contabilizado 34 monumentos en su «lista roja» de patrimonio. Los últimos en entrar en esta clasificación de edificios en riesgo de derrumbe o desaparición han sido el Palauet de Cortina de Torrent y la Alquería Casa de Bonanza de Orihuela. Al barrio del Cabanyal-Canyamelar, la Casa de la Sirena en Alfara del Patriarca o el Castillo de Benifairó de la Valldigna, se le añaden ahora estos dos más.

En el caso del Palauet de Cortina, en la localidad de Torrent, en l’Horta Sud, se trata de una edificación del año 1918. El también llamado chalé Giner Cortina es una construcción con inspiración neonazarí y neomudéjar, enmarcada dentro del modernismo valenciano tardío.

Se trata de un proyecto del arquitecto José María Manuel Cortina realizado para su hermana Elvira María Salomé Cortina y su cuñado José Giner Viguer, en un contexto en el que la localidad de Torrent presentaba un gran atractivo para las familias burguesas que veraneaban en los municipios a las afueras de València. Está considerado como una de las obras más importantes de uno de los arquitectos más relevantes del modernismo valenciano.

Tras doce años de denuncias de diferentes entidades de la comarca por el abandono de esta joya arquitectónica, el Ayuntamiento de Torrent lo protegió en 2010 como Bien de Relevancia Local, pero llegó un momento en el que este palacete estaba en riesgo de desaparición.

El consistorio encargó un estudio de rehabilitación y ya se han realizado las dos primeras acciones para evitar su derrumbe. En la tercera fase, será cuando comience la gran rehabilitación acompañada de una inversión del ayuntamiento, propietario del inmueble desde el verano de 2019.

En tiempos de otra pandemia

Por su parte, la Alquería Casa de Bonanza de Orihuela, en peligro de desaparecer si no se procede a su intervención urgente, tuvo su utilidad en tiempos de otra pandemia. Según un estudio de máster publicado por la Universidad de Alicante, la alquería, con origen de finales del siglo XV y principios del XVI, ya existía durante la peste del año 1559, momento en el que el edificio sirvió de estancia para la recuperación de los vecinos que habían contraído la enfermedad. Así lo recoge el Archivo Municipal de Orihuela.

Por las referencias que se dan en este documento, se la menciona como «La Casa Blanca», en clara alusión al color que en pleno siglo XVI tenía el inmueble, una tendencia generalizada en la zona. En la actualidad, este bien se encuentra sin inventariar por parte de las administraciones públicas. Este inmueble, según detallan desde la asociación Hispania Nostra, está en serio riesgo de desaparición. El edificio histórico es singular por ser el último inmueble de este tipo que queda en la huerta de Orihuela.

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