El Observatorio de Brecha Digital de la Comunitat Valenciana ya es una realidad. Su andadura empezó ayer, cuando el Pleno del Consell aprobó su creación, como un instrumento que posibilita la participación, la co-elaboración del conocimiento y la transferencia de información en materia de brecha digital en la Comunitat Valenciana. Se trata de un órgano de carácter colegiado y consultivo dependiente de la Conselleria de Innovación —que tiene las competencias de Sociedad Digital y una dirección general para la Lucha contra la Brecha Digital—, que servirá «de plataforma para planificar, estudiar y analizar el entorno y la realidad socioeconómica valenciana en materia de brecha digital», apuntan desde el Consell.

El Observatorio de Brecha Digital funcionará como un pleno —que se reunirá, al menos, una vez al año— y tendrá comisiones o grupos de trabajo. Estará presidido por la consellera, Carolina Pascual; la vicepresidencia primera la ostentará el secretario autonómico de Innovación y Transformación Digital; Jordi Juan Huguet; y la vicepresidencia segunda, María Muñoz, directora general de Brecha Digital.

En el pleno también habrá una Secretaría (para el personal funcionario de la Dirección General de Brecha Digital, con voz pero sin voto) y vocalías, para titulares de diferentes direcciones generales con competencias en la materia.

Como explican desde la Conselleria de Universidades, entre los objetivos están «facilitar la participación, la elaboración del conocimiento y la transferencia de información en materia de brecha digital al resto de poderes públicos y a la ciudadanía; asesorar en la planificación de la acción normativa y en la elaboración de documentos estratégicos en el ámbito de la sociedad digital y lucha contra la brecha digital»; además de, como ya ha hecho el departamento de Pascual los últimos meses, «analizar y diagnosticar la situación de brecha digital en la Comunitat Valenciana e intervenir, a partir de los datos recogidos, con propuestas de soluciones concretas y susceptibles de aplicación para prevenir y reducir la brecha digital».

Asimismo, el observatorio se presenta como un «foro de participación» para que las administraciones públicas, los agentes económicos y sociales y la sociedad civil colaboren trabajen, entre otras cosas, para garantizar el acceso a la tecnología de toda la población, lo que la pandemia ha evidenciado como una necesidad y no una opción.