La noticia del retraso del inicio de las oposiciones docentes ha pillado por sorpresa a quienes se preparan para presentarse, miembros de tribunales, sindicatos y centros educativos, que en algunos casos pensaron que se trataba de una fake news. La primera de las pruebas será el próximo 22 de mayo y no el día 15 como estaba previsto desde finales de 2020.

Como publicó este periódico, la conselleria se ha visto obligada a retrasar las oposiciones apenas tres semanas antes, al no cumplirse el plazo legal estipulado entre la publicación de las listas de personas admitidas y el inicio del concurso, por lo que, advertido el error, anunció que publicará una nueva resolución.

En concreto, el decreto 3/2017 de 13 de enero del Consell establece que debe transcurrir «un plazo no inferior a quince días hábiles» que no se respetaba al publicarse las listas el miércoles y no tratarse de días naturales. Cabe destacar que se aplica este decreto —que hace referencia a la función pública y no menciona al sector educativo—, porque así lo indica el Real Decreto estatal 276/2007, de 23 de febrero, cuando las autonomías no tengan un reglamento exclusivo para el acceso a la función docente, como es el caso de la Generalitat. Así, para ajustarse a los plazos legales y evitarse una impugnación de las oposiciones, la conselleria anunció su inicio para el día 22; y la segunda prueba el siguiente sábado, 29; pero ha mantenido el resto del procedimiento (como la defensa y entrega de la programación) según lo previsto (28 de junio).

Los sindicatos explican que esto ha generado un nuevo quebradero de cabeza para parte de los opositores, que se habían organizado según el calendario inicial. Algunos ejemplos que explican desde la Federació d’Ensenyament de CC OO PV son billetes comprados para volver de Cataluña o las Islas Baleares, que ahora no sirven. Y es que, muchos docentes valencianos que ejercen en otras comunidades ven en estas oposiciones una oportunidad para volver a casa.

Rafa Martínez, responsable de enseñanza pública de FE CC OO PV, afirma que saben que el error «no ha sido una cuestión voluntaria», pero lamenta que «lo pagan sobretodo las personas que van a opositar y los tribunales». «A estas alturas, la gente ya tenía muchas cosas planificadas y en algunos casos billetes que no se devuelven», detalla. Además, desde el sindicato han solicitado que también se atrase una semana la presentación de la programación didáctica, pues algunos candidatos contaban con los días posteriores a los exámenes para repasarlas y darles un retoque. «Es otra cuestión que nos han transmitido y agobia», detalla Martínez.

Por su parte, desde Stepv —contrarios a la convocatoria, a diferencia de CC OO—, afirman que esto «confirma que la propia Administración no está preparada para garantizar sus propios plazos», ya que explican que desde la conselleria les han trasladado que el cambio de fecha responde a la necesidad de más tiempo para «cerrar todos los procesos previos». «Esto nos da la razón a los que nos oponíamos porque el profesorado interino y los funcionarios de carrera tienen que hacer frente a una exigencia inmensa en un curso difícil», afirman.

Por su parte, Csif destaca el miramiento de la conselleria a la hora de organizar las oposiciones. «Consideramos bueno que se cumplan todas las medidas de seguridad en las oposiciones, tanto por la covid-19 como en el caso administrativo, por el periodo legal que se debe llevar acabo», detalla José Seco, presidente de Csif Educación en la Comunitat Valenciana. «Las oposiciones son el mejor método para reducir el porcentaje de interinidad y fijar empleo y trabajo de calidad, y queremos que se realicen con el grado de seguridad que requieren», expone.

«Es un momento complejo»

Desde los centros educativos también se dan estas dos visiones. Toni González Picornell, presidente de la asociación de directores de institutos Adies-PV, afirma que «no es lo más idóneo cambiar a estas alturas la planificación que tenían los tribunales y los opositores». «Es una realidad que estamos en un momento complejo del curso, y en algunos casos puede afectar a evaluaciones, además de cuestiones internas de la gestión de los centros, pero el punto favorable es que hay opositores a los que les vendrá bien esa semana de más y que los centros tendrán a su personal al 100 % también esos días atrasados», opina.

En estas oposiciones, de Secundaria y otros cuerpos docentes se han inscrito 22.912 aspirantes, que serán examinados por 474 tribunales. En juego, 3.542 plazas.