Un total de 24 de los 34 directores y directoras de los Servicios Psicopedagógicos escolares de la Comunitat Valenciana, conocidos como SPE, presentaron ayer su dimisión a la Conselleria de Educación. Así lo comunicaron desde la Plataforma en Defensa d’Un Model d’Orientació de Qualitat, al considerar que «el desmantelamiento de la red territorial comarcal» que hará efectivo la conselleria el próximo curso tendrá consecuencias «muy negativas para la calidad de la escuela pública valenciana, calidad actual que tardará mucho tiempo en recuperarse».

Según la plataforma, el nuevo modelo —cuya orden para implantarlo se tratará en la próxima mesa sectorial—, llegará de la mano de una «decisión unilateral y excluyente» de Educación, por lo que los profesionales que actualmente atienden a los centros de Infantil, Primaria y Educación Especial —la Secundaria no se ve afectada, pues ya cuenta con un modelo similar al que se quiere implantar— creen que se «desprecia» su «conocimiento y experiencia».

Como publicó Levante-EMV, en enero la conselleria presentó el borrador de un nuevo decreto que remodelará por completo la atención psicopedagógica escolar a partir de 2021-22 y que la semana pasada aprobó el pleno el Consell.

La propuesta consiste en eliminar los actuales SPE —34 en toda la Comunitat Valenciana, con una cobertura comarcal en muchos casos— y crear equipos de orientación integrados en los colegios y en sus claustros, pues ahora son externos.

Con esto, la conselleria defiende que «las actuaciones de inclusión y orientación al alumnado de todas las etapas educativas se aseguran un mayor éxito porque se favorece un seguimiento más próximo de cada caso». Asimismo, junto a la nueva organización, el departamento que dirige el conseller Vicent Marzà ha anunciado un aumento de plantilla de estos especialistas, ya que se pasará de los 499 orientadores y orientadoras actuales a un total de 841; y de 27 a 37 trabajadores y trabajadoras sociales. Al mismo tiempo, aunque ya no estarán los SPE, los centros mantendrán un apoyo externo, con unas nuevas unidades especializadas de orientación.

La opinión de familias y centros

La confederación de ampa Gonzalo Anaya «apoya los cambios para ampliar y reforzar la presencia de profesionales en las escuelas», y creen que es el primer paso pero también piden la estabilidad de las plantillas y más formación. Asimismo, la Associació de Directives d’Infantil i Primària (Adip-PV) ya aplaudió la reforma, pues cumple una «reivindicación histórica» de los centros.

No obstante, para la plataforma —y sindicatos como Stepv y UGT, que apoyan las protestas—, los SPE «han funcionado, de manera eficaz y respondido a a las necesidades del alumnado, especialmente del más vulnerable y sus familias durante más de 30 años», y critican que no haya «ningún estudio ni análisis previo que justifique la necesidad y oportunidad» de la decisión del Consell.