Este no es el guion de una película de miedo, pero el «sé lo que hicisteis el último verano» trasladado a la pandemia en la Comunitat Valenciana deja una comparación fría de datos que llega a asustar. Julio supone el inicio de la campaña estival y entre el año uno de la pandemia que supuso 2020 y este segundo verano covid de 2021 hay hasta 47 veces más contagios: de los 3 casos por 100.000 habitantes del año pasado hasta los 141 con los que se cerró la semana.

El temor, no obstante, no es tanto como el que las cifras indican por un arma que con la que hace un año no se contaba: la vacunación. «La situación no tiene nada que ver, la vacunación ha cambiado la pandemia», expresa el experto en Salud Pública de la Fundación Fisabio, Salvador Peiró. La clave, indica el especialista, es que se «han disociado las curvas de contagios con las de UCI y hospitalizaciones» ya que los fármacos previenen los casos más graves de covid.

Así, señala que pese a que el volumen de transmisión puede ser como el de meses anteriores «la situación es totalmente diferente, el repunte no tiene una traslación en la presión hospitalaria». De este aumento de contagios, Peiró señala que muchos de ellos, la mayoría, son en jóvenes, con menores incidencias de gravedad, pero que, recuerda Salvador Peiró, responde a probabilidades: «Si hay un gran incremento de casos en jóvenes, alguno será hospitalizado y puede que alguno fallezca».

El virólogo José Antonio López señala «paralelismos» respecto al verano pasado como que los principales brotes estén asociados a personas más jóvenes por el relajamiento de las medidas. No obstante, coincide con Peiró en que el programa vacunal «impide que el aumento de los contagios tenga en paralelo un aumento en UCI y fallecimiento».

Respecto al verano pasado, además, apunta otra diferencia como la dispersión de la variante delta. «Esta tiene mayor capacidad de contagio y se habla de que requiere un menor tiempo desde que infecta a una persona hasta que enferma si no está vacunada». Esta, explica, presenta nueve mutaciones que están implicadas en la transmisión del virus y resistencia a la vacunación cuando la pauta no está completada.

Julio, un mes complicado

La aparición de una variante en periodo estival no es nueva de este verano, aunque tiene sus matices. Dos investigadores valencianos de la Fundación Fisabio y del Instituto de Biomedicina de València adscrito al CSIC, Fernando González Candelas e Iñaki Comas, publicaron en Nature cómo una mutación originada en julio de 2020 en España, de la que su primera muestra se secuenció en la capital del Túria, se expandió por todo el continente europeo representando, cuatro meses después, el 60 % de las muestras secuenciadas en otros países europeos como Irlanda, Reino Unido o Italia.

«Repitiendo errores», comentó Comas en Twitter, quien explicaba que en junio 2020 «se dieron eventos de superdispersión (similar al de Baleares este verano) que hicieron de altavoz de una variante 20E/EU1 que terminó dominando la segunda ola en Europa». «Esa variante no era más transmisible, Delta sí lo es, ¿no podíamos haberlo hecho mejor este verano?», lamentó. Asimismo, agregó que las circunstancias «no son iguales» gracias a la vacuna, pero que la presión acabará acudiendo a la Atención Primaria.

La inmunización vía inyección supondrá un escudo, pero el aumento de la IA en las últimas semanas no deja de tener partes negativas. El Centro Europeo de Control de Enfermedades ha colocado a la Comunitat Valenciana en el semáforo rojo, no tanto por su incidencia (que estaría en amarillo) sino por la suma de esa con una positividad (porcentaje de pruebas que confirman un contagio) por encima del 5 %, una mala noticia en pleno inicio de la campaña turística.

Con todo, y pese a que la vacunación se prevé acelerar en las próximas semanas llegando a gente más joven, Peiró augura un mes de julio «complicado». «No tiene buena pinta por el volumen de contagio entre menores de 40, han crecido demasiado rápido, creía que después de la movilidad de fin de curso volveríamos a bajar, pero ha sido mucho más grande de lo esperado y ahora se vienen viajes y muchas oportunidades de nuevos focos de transmisión», desgrana el especialista. No obstante, la gran diferencia respecto a 2020 no será tanto el mes de julio como el regreso a septiembre. Aquella vuelta a la rutina fue el comienzo de una segunda ola, la de 2021 podría ser la de la inmunidad de grupo.