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José Luis Ábalos dimite como secretario de Organización del PSOE

El secretario de Organización dimite, y sus funciones serán asumidas por el que era su mano derecha. La número dos ocupará todo el poder hasta el 40º Congreso

José Luis Ábalos dimite como secretario de Organización del PSOEEduardo Parra / EP

El PSOE ya ha pasado página también, igual que el Gobierno. Adriana Lastra, la vicesecretaria general y portavoz parlamentaria, asume todo el poder del partido. Ya era la número dos de Pedro Sánchez desde el 39º Congreso Federal, de 2017, pero desde ahora y hasta el siguiente cónclave, que se celebrará en tres meses, tomará todas las riendas, con el soporte, en el manejo del aparato, del navarro Santos Cerdán, nominalmente secretario de Coordinación Territorial de la ejecutiva y mano derecha, hasta ahora, de José Luis Ábalos. Un exministro que se ha convertido, rápidamente y para pasmo de muchos dirigentes, casi en un pasado para olvidar: las razones de su marcha siguen sin estar del todo claras (aunque hay una componente familiar) y, este lunes, Gobierno y partido le hicieron un sonoro vacío en su adiós. No le quisieron acompañar. Ni Lastra, ni Cerdán, ni los flamantes nuevos responsables de carteras. Le dejaron, inexplicablemente, solo. Él por la tarde, formalizó por carta su renuncia a la Secretaría de Organización.

A partir de este momento, quien está al mando de Ferraz es el tándem de Lastra y Cerdán. Ella, como la nueva jefa total de Ferraz, dirigente "plenipotenciaria", la responsable del proyecto político. La que pilotará el puente de mando del PSOE ahora que Ábalos está ya fuera del Ejecutivo y de la poderosa Secretaría de Organización, cuyas funciones, de manera interina, asumirá Cerdán. Así lo confirmaron este lunes fuentes oficiales de la formación, que añadieron que el refuerzo de la dirigente asturiana está ya hablado con el presidente y secretario general, Pedro Sánchez. Ábalos era además el coordinador general del comité organizador del 40º Congreso; Lastra, su adjunta política, y Cerdán, el adjunto de planificación. Con su marcha, la portavoz socialista será quien ahora, por tanto, pilote el camino hasta el cónclave, que se celebrará en València entre el 15 y el 17 de octubre.

Cuando el líder socialista arribó a la Moncloa, en 2018, decidió que su número dos, Lastra, se quedara en el partido y asumiera la portavocía parlamentaria en el Congreso, y Ábalos pasaría al Gobierno, a Fomento, cargo que podía compatibilizar con el de secretario de Organización. Asimismo, encargó a Cerdán que asumiera el día a día del aparato. Una tarea no menor para un partido tan grande como el PSOE, con fuegos más o menos controlados en las federaciones. Ábalos ha sido durante estos tres años, por tanto, un peso pesado del Ejecutivo y de la formación, con un pie, como Lastra, en el círculo de confianza del presidente. Una referencia indiscutible.

Pero él y Carmen Calvo cayeron con la remodelación que Sánchez ejecutó el sábado, de la mano de su hoy ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. Ambos encarnaban la página que el jefe del Ejecutivo quería cerrar, los que por su mayor exposición pública habían sufrido un mayor desgaste. Pero así como la vicepresidenta asumió el relevo con "tranquilidad" y "contenta" -como ella misma reconoció en el "amoroso" acto de traspaso de carteras-, Ábalos lo digirió peor. En su entorno advertían que decidiría pronto qué hacer con la Secretaría de Organización, pero este lunes Ferraz lo daba desde luego por amortizado.

Lastra y Cerdán no acuden a la despedida

Fuentes de la cúpula socialista indicaban que las funciones puramente orgánicas las seguirá llevando Cerdán, pero por encima tendrá a Lastra. No habrá, por tanto, un nuevo responsable de Organización, para lo que se exigiría una ratificación del comité federal, máximo órgano que no se va a convocar. El 40º Congreso Federal está a la vuelta de la esquina y en Ferraz asumen que no tiene sentido hacer ningún nuevo nombramiento ya en tiempo de descuento. La promoción de Lastra y Cerdán, el refuerzo de sus roles, es el paso natural, aunque también puede apuntar su continuidad en la nueva ejecutiva. De hecho, es lo que se espera, como ya contaba EL PERIÓDICO. En el PSOE se tiene la percepción de que habrá un vuelco en las estructuras del partido, pero también se cree que la dirigente asturiana y el responsable navarro seguirán en la sala de máquinas, al haber sufrido una menor erosión. Aunque, a fin de cuentas, quien decide es Sánchez. Y solo él.

Ni Lastra ni Cerdán acompañaron a Ábalos en su despedida como ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Los dos sí acudieron a la toma de posesión de Félix Bolaños, en la Moncloa. Después, ella marchó al Senado, ya que a mediodía se celebraba el pleno para la votación del nuevo presidente, el burgalés Ander Gil, en sustitución de la nueva titular de Justicia, Pilar Llop. Y él, Cerdán, se fue la toma de posesión de José Manuel Albares como responsable de Exteriores. Dos ausencias muy significativas. Ellos dos no estuvieron con Ábalos, pero tampoco ningún miembro del Consejo de Ministros actual o del anterior. Sí los altos cargos de Transportes y los exministros socialistas José Blanco y Salvador Illa.

Ábalos se despidió del Ejecutivo sin hacer ninguna mención a Sánchez, prueba de la tirantez que ha presidido su salida. En un tono bastante desganado, el dirigente socialista entregó la cartera a su sucesora, Raquel Sánchez, reivindicando el "ritmo frenético" con el que ha trabajado y dejando claro que deja a la nueva ministra "un escenario totalmente distinto" al que se encontró él, informa Miguel Ángel Rodríguez. "Han sido tres años en unas circunstancias muy especiales, desde el acceso al Gobierno con la moción de censura, unas cuantas campañas electorales [que él dirigió], una pandemia... Y eso afecta al ministerio", que estaba "infradotado" cuando aterrizó. Manifestó su "orgullo por haber pertenecido al Gobierno de España" y su "agradecimiento", "porque "uno es la cabeza a la que golpear". Otro recado más: se quejaba de haber sido la cabeza de turco, el chivo expiatorio.

El exministro no dijo expresamente que abandona Organización, pero cedió la palabra a Sánchez con un ilustrativo "hasta siempre". En conversación informal con los periodistas, aseguró que tiene previsto "de momento" mantener su escaño en el Congreso. Y se reafirmó en que esta semana daría a conocer su decisión respecto a la Secretaría de Organización, aunque añadió que necesita una "vida más tranquila", informa Europa Press. Ábalos reveló que fue este sábado cuando supo que sería finalmente cesado. Hace tiempo trasladó al presidente, dijo, que quería algo "más tranquilo", deslizándole así su disposición a abandonar la primera línea, pero fue el mismo 10 de julio cuando Sánchez le confirmó la decisión "final" y cuando arrancó la mudanza.

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