Nueve de los principales hábitats de la Comunitat Valenciana presentan índices altos o muy altos de contaminación del agua, del suelo y de los sedimentos, según el informe «Ciencia Libera. Análisis de la contaminación difusa en los espacios naturales», realizado por SEO/BirdLife en colaboración con el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IDAEA-CSIC) y el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC-CSIC). Los investigadores han concluido que la mayoría de los hábitats en España tienen niveles altos de polución
Este estudio ha analizado más de 49.000 datos extraídos de más de 2.500 muestras de agua, suelos y sedimentos de todo el territorio estatal, y entre los que destacan nueve parajes valencianos: El Ports-Morella, Penyagolosa, la desembocadura del río Millars, la Sierra Espadán, las Hoces del Cabriel y Los Serranos, l’Albufera, el Clot de Galvany, el Fondo d’Elx y las salinas de Santa Pola. Las conclusiones son contundentes, al significar que la contaminación difusa, aquella que contempla la basuraleza (los restos que abandonamos en el campo o el monte) y otras fuentes de polución, está muy presente en estas espacios verdes.
Cinco de los parajes valencianos tienen una contaminación de agua alta y cuatro de ellos muy alta. En el apartado de suelo, la polución es muy alta en cuatro de los espacios verdes, mientras que en las mediciones de sedimentos los valores fueron altos en siete parajes. L’Albufera, el Fondo d’Elx y las Salinas de Torrevieja son las más afectadas por los tres tipos de polución analizada.
Los residuos que abandonamos en la naturaleza, la basuraleza, no se limitan a las colillas, plásticos o toallitas . «Esa es solo la cara visible de un problema significativamente más amplio que afecta a suelos, ríos, lagos, lagunas y mares», señala el informe de Libera.
Además de la basuraleza que se ve, la naturaleza está contaminada «por basuraleza que no vemos a simple vista». «Esta basuraleza invisible, en la mayor parte de los casos producto de la degradación de nuestros propios residuos, presenta una tipología muy variada, desde los microplásticos a compuestos químicos presentes en los fármacos que consumimos o, incluso, en la ropa con la que salimos de excursión al monte», explica el estudio. También se define la basuraleza antigua, «vestigios de productos que se prohibieron precisamente por su capacidad contaminante».
Para que los resultados fueran representativos, se seleccionaron 140 Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad (IBA, en su acrónimo en inglés), de las 469 identificadas en España. El estudio ha analizado, a nivel químico, la presencia de 119 contaminantes, escogidos por su alto nivel de toxicidad y su potencial efecto negativo sobre hábitats y especies, en aguas, suelos, sedimentos y heces de zorro.
Prácticamente la totalidad de los parajes españoles presenta un alta contaminación en agua. 32 espacios presentan una suma de más de 5000 ng/L (nanogramos/litro) de contaminantes en agua, lo que indica un fuerte impacto por contaminación. Entre ellos tres valencianos: Penyagolosa, desembocadura del río Millars y las salinas de Santa Pola. Por familias de contaminantes analizados, los fármacos son los más detectados en aguas.
En suelo, todas las muestras analizadas detectaron algún tipo de contaminante. Atendiendo a los niveles de concentración, 6 de las 140 IBA muestran niveles de riesgo (superiores a 5000 ng/g.), ninguna de ellas valenciana.
Respecto a las 140 muestras de sedimentos, el perfil de contaminación es similar al de los suelos. Ninguna IBA se libra de polución. 27 de las IBA analizadas presentaban valores superiores a los de riesgo, 5.000 ng/, entre ellos Els Ports y el Fondo d’Elx.
