La entrada en vigor el sábado del nuevo decreto de medidas de prevención de la covid ha alterado otra vez las costumbres de ocio en la noche valenciana, tal como se pudo comprobar la pasada madrugada en la Plaza de Honduras o los jardines centrales d e la avenida Blasco Ibáñez, dos zonas en las que se suele practicar el botellón los fines de semana.

Pese a que el nuevo régimen sancionador ha incluido como «infracción grave» (hasta 30.000 euros de multa) el consumo de alcohol en la vía pública en grupos de más de 4 personas (en lugar de 10 como hasta ahora), la Policía Nacional tuvo que intervenir para dispersar los grupos de personas que pretendían seguir bebiendo en estas zonas o en el Paseo de Neptuno una vez cerrados los locales de ocio, bares y restaurantes a partir de la medianoche.

Este periódico pudo comprobar cómo los agentes se desplegaban por la Plaza de Honduras para dispersar las reuniones de jóvenes (principalmente) que se habían ido produciendo a lo largo de la noche. Los policías se acercaban a las personas que permanecían en los bancos y espacios ajardinados de la plaza para recordarles la entrada en vigor del decreto y la posibilidad de que fueran multados por practicar el botellón. Tras esta primera intervención que se produjo sin incidentes reseñables, la Policía aún volvió horas después al mismo espacio para comprobar que no se habían vuelto a formar botellones aprovechando la ausencia de los agentes.

Fuentes de la Policía Local informaron, por su parte, que los dispositivos para controlar el botellón fueron los habituales, aunque en esta ocasión adelantando el horario de las intervenciones para hacer cumplir lo establecido en el nuevo decreto de la Generalitat. Aun así, no se impusieron multas.