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Rodríguez Zapatero: "Aprobar una ley abolicionista fue mi deseo no cumplido"

Bravo insta a los municipios a aprobar ordenazas sancionadoras

Gabriela Bravo, Rodríguez Zapatero y Carmen Amoraga, ayer en València. | F.BUSTAMANTE

La pata socialista del Consell ha logrado sumar una voz reconocida, la del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, en su cruzada para avanzar en la abolición de la prostitución, una causa en la que están volcados destacados miembros del Ejecutivo, entre ellos, el propio jefe del Consell, Ximo Puig, y la titular de Justicia, Gabriela Bravo. Zapatero participó en València en unas jornadas organizadas por el PSPV-PSOE que buscaban sacudir conciencias y sensibilizar sobre el drama que viven a diario miles de mujeres. Se calcula que en la Comunitat Valenciana hay 10.000 mujeres prostituidas, el 80 % víctimas de trata.

El acto, moderado por la directora general de Cultura, Carmen Amoraga, y que congregó a numerosos cargos socialistas, tuvo por ponentes a Zapatero y Bravo, quienes protagonizaron un diálogo en el que mostraron sin ambages su apuesta por una sociedad libre de prostitución. La charla arrancó con una pregunta clave lanzada por Amoraga: «¿Por qué una sociedad igualitaria y digna permite la prostitución?». Zapatero no se anduvo con medias tintas. Admitió que su único deseo no cumplido fue poder llevar adelante la abolición de la prostitución y mantuvo que la única explicación de este «infierno» y esta «aberración» es «la historia del patriarcado, que es el poder más omnívoro que existe».

«Marx se equivocó, más que la lucha de clases, ésta es la historia de la dominación de los hombres hacia las mujeres. Lo más constante y más grave en la historia es el machismo», apuntó el expresidente. Con todo, se mostró optimista: «Creo que las generaciones jóvenes vivirán el fin de la prostitución. Y esta será la legislatura de una ley abolicionista», aseguró, tras valorar el feminismo como «la fuerza más transformadora». «La prostitución es la mayor exclavitud conocida por el hombre», dijo. «Es una sociedad indecente si permite que haya mujeres prostituidas», clamó.

Zapatero recordó las dificultades para aprobar la ley sobre el matrimonio entre homosexuales y la ley de igualdad. Expresamente, y en presencia de Puig, lanzó la propuesta de que la abolición se asuma como posición en el congreso federal que se celebrará en València. Tanto Zapatero como Bravo coincidieron en que hay que poner el foco en el prostituidor. La consellera, además, lamentó que una parte de la izquierda apueste por la regularización.

La presencia de Zapatero es un acicate para el PSPV para aumentar su presión sobre el Gobierno de Sánchez para una ley abolicionista. El margen para actuar de las comunidades autónomas es muy limitado, pero el Consell ha dado pasos, entre ellos el foro abolicionista. Pese a que el margen es estrecho, Bravo solicitó implicación a los ayuntamientos y les instó a «aprobar ordenanzas abolicionistas que sancionen solicitar servicios sexuales retribuidos». Para ello, ha ofrecido el asesoramiento de su departamento. La clave, dijo, es no abordar esta cuestión como una consecuencia de la desigualdad de género.

Bravo pidió que se modifiquen las leyes de violencia machista (estatal y valenciana) para que se incluya a las mujeres prostuidas como víctimas del machismo y una reforma que penalice la tercería locativa (el lucro por alquilar un espacio donde se prostituye a una persona) y dé armas para luchar contra los proxenetas. Para la consellera es «increíble» que haya hombres que paguen por sexo y dio datos de cómo las políticas abolicionistas han funcionado.

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