Las demandas de disolución matrimonial registradas en los órganos judiciales de la Comunitat Valenciana durante el segundo trimestre de este año, 3.175, aumentaron casi un 51,2% respecto a las 2.100 contabilizadas durante el mismo periodo de 2020, en el que se produjo un descenso histórico de estos procedimientos a causa de la pandemia y la paralización de la actividad judicial no urgente.

Sin embargo, tal como muestran los datos recogidos por el servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el incremento interanual se produce dentro de una tendencia decreciente, ya que se convierte en un descenso del 9,1% si se compara con las 3.494 rupturas matrimoniales judicializadas entre abril y junio de 2019.

La Comunitat tiene la tercera tasa de demandas de disolución matrimonial por cada 100.000 habitantes más alta de España, teniendo en cuenta su población total a 1 de enero de 2021. Ese índice se sitúa en el 62,9, tan solo por debajo de la de Canarias, 69, y las Islas Baleares, con 63,4, frente al 56,5 de media nacional.

Todas las modalidades de disolución presentan importantes incrementos durante el periodo estudiado, a excepción de las demandas de nulidad, una parte ínfima del total, que bajaron de cinco a tres. Así, en el segundo trimestre de este año aumentaron un 11,1% las separaciones no consensuadas (40) respecto a las del segundo trimestre de 2020 (36). Las separaciones con consenso (86), crecieron por su parte un 36,5% (hubo 63 en el mismo trimestre 2020).

Esa subida interanual fue más acentuada en las demandas de divorcio no consensuado o contencioso, 1.130 en total, un 60,5% más que las 704 del segundo trimestre de 2020, y en las demandas de divorcio consensuado, 1.916, un 48,3% más que las 1.292 contabilizadas entre abril y junio de hace un año.