El yonqui del dinero Marcos Benavent intentará dar mañana un vuelco al caso Taula e invalidar las pruebas originales sobre la que se construyó esta macrocausa de once piezas separadas: el material informático aportado o incautado durante las operaciones policiales realizadas por la Guardia Civil por orden del Juzgado de Instrucción 18 y la Fiscalía Anticorrupción. El exgerente de Imelsa (Impulso económico local SA), empresa pública de la Diputación de València ya ha mostrado sus cartas ante los investigadores del caso Taula, previsibles tras cambiar de abogado y solicitar una nueva declaración, prevista para mañana a las 12 horas en la Ciudad de la Justicia. Y lo ha hecho al presentar el escrito de defensa en la pieza separada del Call Center o Servimun, con la instrucción ya finalizada y pendiente de que se presentaran los escritos de defensa y se señalara el juicio.

Tras "colaborar" durante seis años con la justicia, el yonqui del dinero ha decidido replegar la manta de la que tiró cuando reapareció en 2015 e impugnar los lápices de memoria aportados por la dirigente de Esquerra Unida y actual consellera de Participación, Transparència, Cooperació y Calidad Democrática y por su exsuegro y empresario de Xàtiva, Mariano López. La misma petición realiza para el registro realizado en el despacho de su anterior abogado en 2015 y que, cabe recordar, no sólo permitió a los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) obtener numerosa documentación sobre la presunta corrupción instaurada en la Generalitat, la Diputación y el Ayuntamiento de València, sino también información que desembocó en el caso Erial, por el que ha investigado el exministro Eduardo Zaplana.