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La gratuidad en 2 años, un “balón de oxígeno” para las escoletes

El anuncio de Educación se ve como un avance social, pero los centros privados y las ampa difieren sobre la oferta pública

Aula de una escoleta, en València.

 El anuncio de que la gratuidad en la enseñanza llegará el próximo curso al nivel de 2-3 años de las escoletes privadas ha tenido diferentes interpretaciones. Si bien los diferentes agentes implicados coinciden en que es un avance social y una ayuda para las familias -tanto económica como a la hora de conciliar-, la comunidad educativa espera poder ver pronto la letra pequeña de la apuesta de la Conselleria de Educación para conocer todos los detalles.

Desde la Federación de Centros de Valencia (Feceval), patronal de la concertada, se encuentran “gratamente sorprendidos” y reciben con “mucha ilusión” un anuncio que consideran “un balón de oxígeno” para las escoletes, después de dos cursos complicados.

“Por la bajada de la natalidad y por el miedo de las familias a la covid-19, las escuelas infantiles han sufrido y han pasado por un desierto muy largo. Se mantienen medianamente, pero algunas con hasta un 40 % menos de matrícula”, afirma Villanueva. Por eso esperan poder recuperar alumnado el próximo curso.

No obstante, a pesar de que acogen con optimismo el anuncio de Marzà, también ven algunos inconvenientes. Desde los centros privados ven con recelo la apuesta del Consell por crear aulas de dos años en los centros públicos de Infantil y Primaria (CEIP), una amenaza para su subsistencia que suman a la baja natalidad. “Pedimos que se haga un verdadero mapa escolar para ver dónde hay oferta pública y privada y que allí no se creen aulas de 2 años, porque no es necesario. Que se hagan donde hace falta”, defiende Villanueva.

En este último punto coinciden desde Adeiv-Acade, representante de los centros privados de Infantil. Sebastián Ferrer, miembro de la junta, explica que es una noticia positiva, aunque se queda “lejos de lo que esperaban”. Entre otras cosas, temen por la “disgregación” de la educación 0-3 años. “No solo deben centrarse en 2-3 años, debe abarcar todo el ciclo”, reclama Ferrer al Consell. Al mismo tiempo y con la implantación progresiva en 2 años en los CEIP, avanzan que la escuela concertada también sumará esta oferta en sus centros, por lo que avisan de que las escuelas infantiles “sin las aulas de dos años no pueden subsistir”.

Para evitar esto reclaman la modificación del decreto de adscripciones, además de una unificación del ciclo 0-3 años (el primero de Educación Infantil).

Por su parte, desde la confederación de Ampa Gonzalo Anaya creen que la universalización es “muy positiva” porque es “necesaria para las familias”, pero consideran que el Consell debería centrarse en la red pública.

“La red pública debería poder dar cobertura total a los 2 años, y no caer en una red concertada que empieza como temporal y después es inamovible”, denuncia Rubén Pacheco, presidente de la confederación. “Las aulas en los CEIP son una buena opción, porque los niños ya están integrados en los centros en los que seguirán, pero siempre que haya los especialistas y los espacios necesarios, además de recursos suficientes”, defiende Pacheco.

Según anunció Vicent Marzà, conseller de Educación, el martes en las Corts, a partir de septiembre, las familias que lleven a sus hijos de dos años a la escoleta ya no pagarán por su enseñanza. Así, la oferta de los centros privados no tendrá coste ,como ya ocurre con las escuelas infantiles públicas (municipales o de la GVA), además de las aulas de dos años de los CEIP.

A través del mecanismo del bono infantil, una ayuda que ya reciben muchas familias, la conselleria sufragará a los centros el 100 % del coste de una plaza, que como máximo valora en 280 euros mensuales. Eso sí, las familias sí deberán abonar otros costes extra que indiquen los centros, como el comedor u otros servicios.

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