Si es usted uno de los miles de valencianos que se contagian diariamente de covid-19 y lo ha sabido después de hacerse en casa un test de antígenos comprado en la farmacia, puede que la confirmación de que realmente está infectado de coronavirus con PCR —el procedimiento marcado por el ministerio y que hasta ahora se estaba aplicando— nunca llegue.

El colapso en el que están inmersos los centros de salud valencianos ante la explosión de casos covid de los últimos días ha llevado a profesionales a tomar la decisión de dejar de hacer PCR de comprobación cuando llega un paciente positivo gracias a un test casero y a dar por bueno el resultado, indicando directamente el confinamiento en casa.

La decisión se toma en un intento de agilizar el proceso y aliviar la carga de trabajo actual (agravada por los días de fiesta y el cierre de centros de salud por las tardes) y que está desplazando la atención que se debería de estar dando a otras enfermedades.

«Sí, en los centros de salud de las tres provincias ya se está dando por buenos los test de antígenos. Es una realidad porque tampoco los laboratorios dan más de sí», confirma a este diario Víctor Pedrera, secretario general del Sindicato Médico, Cesm-CV y varios médicos de familia consultados por este diario.

La medida está más o menos extendida en las tres provincias aunque no hay una orden «oficial» de la Conselleria de Sanidad que, sin embargo, sí es conocedora de la situación. Con todo, la magnitud de la sexta ola y el colapso al que ha llevado a los centros de salud están haciendo que estos adopten la medida «por necesidad».

«No aporta mucho»

Precisamente, los responsables de uno de los mayores departamentos de salud de la Comunitat Valenciana decidieron ayer aplicar esta medida en todos sus centros de salud aunque no haya directriz oficial ante la «presión asistencial» y dado que ahora, confirmar un test de antígenos hecho en casa con una PCR «no aporta mucho» y esos esfuerzos se pueden derivar en atender a colectivos que se están dejando de lado. Hasta ahora, y siguiendo lo establecido por el Ministerio de Sanidad, todas las personas que tenían un positivo en un autotest eran considerados como «casos sospechosos» y solo pasaban a ser casos confirmados —y a tener derecho a una baja médica, por ejemplo— una vez se les hiciera una PCR. Desde el ministerio, sin embargo, añadían en la última actualización del protocolo covid-19 una salvedad para dar por buenos estos test de antígenos «en determinadas situaciones de alta incidencia», como es el actual.

Siendo así, a los pacientes a los que se les dé por bueno el resultado del test de antígenos sí que pasarán a ser caso confirmado directamente, se les indicará el confinamiento domiciliario y el resto de medidas de precaución y tendrán derecho a baja aunque esto deja la puerta abierta a la picaresca.

Con esta decisión, se aligera el trabajo de los médicos (que no tienen que hacer el trabajo de petición de la PCR, de confirmación y posterior baja). «En la misma llamada se da por bueno el positivo y se tramita la baja e incluso se programa el alta y, si como está pasando con la gran mayoría de gente, no hay una mala evolución, es todo el trabajo a hacer frente a las 4 o 5 llamadas por paciente que estamos haciendo ahora», según explicaba un facultativo de un centro valenciano a este diario.

Laboratorios, al límite

Además de aliviar la situación de los centros de salud (que están dejando de atender otras enfermedades por la explosión de pacientes covid), la medida también mejorará la situación de los laboratorios de los hospitales que han visto cómo en las últimas semanas su trabajo ha subido un 140 %.

Según los datos oficiales, en la semana del 18 al 24 de diciembre, en los laboratorios valencianos se hicieron 169.436 pruebas, 116.000 en forma de PCR. El máximo de pruebas que se han hecho en pandemia fue durante la gran ola de enero con casi 190.000 pruebas semanales (146.000 PCR) aunque entonces se movilizó a laboratorios privados.

Ahora, la derivación de pruebas a la privada se ha tenido que tomar para aligerar las PCR de las clases confinadas ya que, al no estar los niños vacunados, el protocolo sí que marca que hace falta una PCR negativa para levantar la cuarentena. En algunos casos, el final de la cuarentena de los niños llegaba antes de tener una cita para hacer una PCR, por el colapso del sistema.

«Hemos llegado al tope de PCR que podemos hacer y además hay escasez de materiales porque en todos los países la demanda es altísima», confirma el experto en Salud Pública e investigador de Fisabio, Salvador Peiró que avala que se cambie la manera de abordar la pandemia.

Cambiar la forma de actuar

«La situación ha cambiado mucho y estamos manejando todos los contagios como si les fuera a pasar algo y la mayoría lo va a pasar de forma leve gracias a las vacunas. Debemos de dejar de hacer algunas cosas. Si los teléfonos de los centros de salud están ocupados permanentemente por las llamadas que hay que hacer a los pacientes leves, ¿cómo atendemos a los graves y al de resto de enfermedades», razona.

Peiró aboga por cambiar el sistema por completo y asimilar la detección de covid a como se hace con la gripe, a través de una red centinela que monitoriza la evolución de la enfermedad. «Con un grupo que recoge datos, estos se extrapolan. Puede que sea ya la forma de hacerlo», concluye.