La Facultad de Farmacia de la Universitat de València vuelve a sufrir un mal funcionamiento en su sistema de calefacción. Se trata como explican fuentes que han contactado con este periódico, de un problema «crónico» que se ha repetido los últimos inviernos, aunque al parecer por diferentes motivos.

En esta ocasión, la calefacción no funciona en la Facultad de Farmacia del campus de Paterna-Burjassot desde después de las vacaciones de navidad —el 11 de enero— y, entre otros espacios, afecta a la biblioteca y los laboratorios.

Desde la Universitat explican que el problema se debe una avería en una caldera y prevén que pueda solventarse este miércoles o jueves, ya que no ha podido ser antes «debido a la escasez de repuestos», aseguran las fuentes consultadas. No obstante, explican que «una bomba de calor está intentando suplir la generación de calor», pero con las bajas temperaturas de los últimos días esto tampoco ha sido suficiente.

Menos de 15 grados

Las personas afectadas aseguran a Levante-EMV que hace dos semanas solo se llegaba a los 17 o 18 ºC dentro del edificio, pero que los últimos días no se superaban los 15 ºC de máxima, teniendo en cuenta también que el mes de enero está dejando registros gélidos.

Si bien es cierto que actualmente no hay clases por estar la Universitat en periodo de exámenes —pero sí se realizan las pruebas—, el profesorado sí trabaja y algunos alumnos siguen asistiendo a la facultad para estudiar en la biblioteca. Por esto, lamentan que el lugar destinado estudio y lectura «no reúna las condiciones mínimas dignas y adecuadas, sobre todo cuando hay una gran afluencia y la necesidad de sitios es mayor», por las evaluaciones.

Por otro lado, las mismas fuentes también recuerdan que, en relación al personal de Administración que desempeña su labor en la facultad, la normativa laboral marca que la temperatura debe estar entre los 17 y los 27 grados; y que «las condiciones ambientales no deben constituir una fuente de incomodidad o molestia para los trabajadores» de las oficinas.

No es la primera vez que esta facultad tiene problemas con su sistema de ventilación. Ya pasó en 2020, cuando también afectó a varias dependencias y a la biblioteca, justo en las mismas fechas, y a pesar que en el edificio se renovó el sistema de climatización pocos años antes, en 2018-19.