España y otros nueve países del arco mediterráneo acuden en una semana al Foro Mundial del Agua con el compromiso de avanzar en una transición hídrica donde la desalación y la reutilización garanticen el acceso al agua en plena emergencia climática. “La extremización de las sequías y las inundaciones en la zona mediterránea suponen uno de los mayores desafíos de la región especialmente en la seguridad hídrica”, incide Teresa Ribera.

La ministra para la Transición Ecológica y vicepresidenta del Gobierno, vino a recordar en València que el último informe de expertos del Grupo de Expertos Mediterráneos en Cambio Climático y Ambiental, señala que el calentamiento térmico experimentado en esta región arroja “datos tremendos”. De hecho, señala que el calentamiento térmico experimentado en esta región ha sido superior al registrado en el resto del planeta: 1,5ºC desde 1880, frente a 1,1ºC para el conjunto de la superficie terrestre. Algo que comporta, ya, un agravamiento de la desertificación, la salinización y una reducción de las escorrentías tendrán un enorme impacto sobre la agricultura. Un escenario que obliga a la cooperación en busca de soluciones compartidas, que pasan necesariamente por implementar la economía circular con las aguas regeneradas.

El Palau de les Arts ha acogido estos dos últimos días a expertos y representantes públicos de diez países. Junto a España han estado Francia, Italia, Malta y Portugal (orilla norte), así como Argelia, Libia, Marruecos, Mauritania y Túnez (orilla sur). Cmo miembros observadores actuaron miembros de la Unión Europea, Unión por el Mediterráneo y Unión por el Magreb Árabe.

Un mensaje constructivo

En la misma línea que la ministra había intervenido previamente el alcalde de València, Joan Ribó, quien lanzaba un mensaje constructivo. “Aún estamos a tiempo para adaptarnos a una situación de cambio en los patrones de precipitación y elevación de las temperaturas, que conllevará una menor disponibilidad de agua y mayores exigencias de conservación de unos ecosistemas sometidos a un estrés creciente”, afirmaba. Ribó apuntaba a medidas como la restauración y protección de los ciclos hidrológicos, la reducción de las presiones de la actividad humana y los sectores productivos, prioridad a los abastecimientos de agua potable a las poblaciones, acceso al saneamiento y al tratamiento de las aguas residuales, transferencia de conocimientos, coordinación interadministrativa y co-gobernanza, y el impulso y refuerzo de la cooperación regional.

"Aún estamos a tiempo para adaptarnos"

Junto a Ribera han participado en el foro el ministro de Recursos Hídricos y Saneamiento de Mauritania, Mohamed El Hassan Boukhreiss; la ministra de Medio Ambiente de Argelia, Samia Moualfi; la secretaria de Estado del Ministerio para la Transición Ecológica de Italia, Ilaria Fontana; la secretaria de Estado del Ministerio de Medio Ambiente y de Transición Energética de Portugal, Inês Costa; y el CEO de la Agencia de la Energía y el Agua de Malta, Manuel Sapiano. Igualmente, se ha contado con el director general de Recursos Hídricos del Ministerio de Agricultura, Recursos Hídricos y Pesca de Túnez, Abderrahman Ouasli; el secretario general adjunto de la Unión por el Mediterráneo, Álvaro Albacete; y la jefa de la División de Seguridad Alimentaria de la Unión del Magreb Árabe, Faouzia Chakiri, entre otros, ha detallado el consistorio valenciano.

El Diálogo 5+5, ha expuesto esta administración local, fue creado en octubre de 1990 en Roma como espacio de cooperación reforzada entre las dos orillas del Mediterráneo y supuso el lanzamiento de la Política Mediterránea Renovada para buscar soluciones comunes a problemas compartidos. La reunión celebrada en València se ha convocado con el objetivo de abordar los impactos comunes que sufre el Mediterráneo en materia de cambio climático y la necesidad de tomar medidas sobre la disponibilidad de los recursos hídricos en las próximas décadas.