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Guerra en Ucrania

"Nos están llegando niños de Ucrania sin vacunar contra la polio ni el sarampión"

Los pediatras crean una guía con recomendaciones sobre cómo atender a los pequeños refugiados | Completar la pauta vacunal, atender a problemas dentales o de adaptación son tres de las prioridades en consulta

Dos niñas ucranianas a su llegada al centro de recepción en Elx.

Aunque no hay cifras exactas, el éxodo de civiles provocado por la guerra de Ucrania ha dejado ya una marea de más de 13.800 refugiados ucranianos acogidos en tierras valencianas (según los datos de tarjetas médicas emitidas), muchos de ellos niños (los últimos datos hablan de 2.151 menores escolarizados) que llegan con unas necesidades especiales, también en el ámbito médico. Conscientes de ello, los pediatras valencianos se han dotado de una guía con recomendaciones sobre cuáles son las prioridades en consulta al tratar a estos pequeños.

"Además de conocer los problemas médicos ya detectados en su país y que necesitarán un seguimiento como alergias, cardiopatías o diagnósticos de autismo, por ejemplo, la revisión de las vacunas que tienen estos niños es unas de las prioridades", explica Rafael Navarro, pediatra en Xirivella y miembro del grupo de Pediatría social de la Sociedad Valenciana de Pediatría porque "hemos detectado en consultas niños que llegan sin proteger frente a la polio o el sarampión, por ejemplo".

Y es que no solo los calendarios vacunales son diferentes en Ucrania y en España sino que allí "y por distintos motivos, las coberturas vacunales están por debajo de lo deseable, algo sobre lo que ya había advertido la OMS" además en enfermedades aquí ya erradicadas hace años como la poliomielitis, de ahí que asegurarse de que los pequeños queden inmunizados contra estas infecciones es una de las máximas prioridades en consulta.

Y no es que en Ucrania no se prevea la inmunización frente a estas enfermedades sino que, en contra de lo que sucede en España, la vacunación infantil en Ucrania se queda en estas enfermedades "en un 80 y u 82 % respectivamente, según datos de la OMS", cuando aquí el 98 % de niños sí están protegidos contra la polio según datos del ministerio de 2020. "Además la OMS ha alertado de brotes recientes de ambas enfermedades en Ucrania por lo que es una de las primeras cosas que confirmamos en consulta", añade Navarro.

Sin vacuna contra el neumococo ni la meningitis

En Ucrania, por ejemplo, el sistema sanitario no prevé la vacunación contra la meningitis, la varicela, el neumococo o el virus del papiloma humano (VPH). Solo las vacunas de la varicela y el VPH están recomendadas pero no subvencionadas, de ahí que haya pocas familias que hayan pagado por inmunizar a sus pequeños. Tampoco se prevé la vacunación pediátrica contra la covid-19. "Además de la exploración general, les pedimos saber qué vacunas tienen y cuáles no pero lo tienen que certificar documentalmente y muy pocos llegan con papeles, han salido con lo puesto", reconoce Navarro.

La guía pediátrica prevé unas "vacunaciones rápidas" según edad para solventar estos "agujeros" en la inmunidad de los pequeños. "La respuesta por ahora en consulta está siendo buena, se están dejando aconsejar a la hora de proteger a los niños pese a que allí muchos padres son reticentes y que llegan escapando de una guerra, a un país extraño, con una barrera idiomática..." enumera el pediatra. En consultas como la de la pediatra Mara Garcés, miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría han llegado una decena de niños refugiados. "Cuatro venían con cartillas de vacunación y con las vacunas actualizadas", por lo que solo se les ha tenido que complementar con vacunas frente al neumococo y la meningitis "pero otros 4 venían sin datos de vacunas y otros dos eran reticentes a vacunas", explica.

Problemas bucodentales

Además de la actualización de vacunas y del seguimiento de enfermedades ya diagnosticadas, los pequeños superan una exploración médica general en la que los pediatras están encontrando también una alta prevalencia de problemas bucodentales. "Hay una costumbre extendida a los biberones azucarados para calmar a los niños que provocan muchos problemas de caries y dentales", apunta el pediatra a lo que su colega Mara Garcés añade también como origen del problema "la escasa fluoración de las aguas".

Por último, aunque no menos importante, los pediatras también están atendiendo a la salud mental de los pequeños. "Es todo terrible. Llegan con historias desgarradoras de violencia en la familia y lo malo es que son niños a los que les rompen vínculos", añade Navarro de ahí que en consulta los profesionales también están atentos a los "signos indirectos" de problemas de adaptación como problemas del sueño, dolores abdominales sin explicación, dolores de cabeza o mala adaptación escolar.

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