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El 42,3 % del territorio tiene un alto valor ambiental que condiciona la energía solar

Un 61 % del paisaje es más sensible al desarrollo eólico

placas solares ED

Un 42,57 % de los terrenos de la Comunitat Valenciana presenta una «sensibilidad ambiental máxima» para el despliegue de plantas fotovoltaicas, porcentaje que se dispara hasta el 61,02 % en el caso del sector eólico. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha identificado, con datos actualizados, todas las áreas que encierran mayores condicionantes de cara a la implantación de energías renovables. En el conjunto de España son el 33 % para la solar y el 51 % en la generada por el aire.

La zonificación pretende servir de instrumento para conocer desde fases tempranas las características de un espacio concreto, dado el importante incremento de solicitudes para el desarrollo de parques eólicos y huertos solares. Según los documentos elaborados por el departamento que dirige Teresa Ribera, en más de 1,4 millones de hectáreas del territorio valenciano no sería, a priori, recomendable implantar torres de aerogeneración. La cifra se reduce para los paneles fotovoltaicos hasta las 990.692,81 hectáreas.

Con una superficie total de casi 2,4 millones de hectáreas en la Comunitat Valenciana, el 41,82 % presenta una sensibilidad ambiental baja para el despliegue de la energía solar. El análisis del ministerio ha sido posible con los datos espaciales de los organismos públicos de las distintas comunidades autónomas, como el Institut Cartogràfic Valencià, las distintas figuras de protección ambiental y la legislación.

La complejidad y extensión del territorio sitúa a la Comunitat Valenciana entre las autonomías con mayor porcentaje de kilómetros cuadrados señalados como sensibles para las fotovoltaicas. La gran mayoría de zonas que requieren de preservación se hallan en el interior, pero también en espacios naturales de la costa.

El ámbito de la zonificación incluye la península, las ciudades autónomas y los dos archipiélagos, pero excluye el medio marino. El estudio se centra exclusivamente en proyectos de grandes instalaciones de generación cuyo fin es su venta a la red, no aquellas pequeñas dirigidas al autoconsumo, ni infraestructuras aisladas de poca potencia o que se ubiquen en cubiertas, tejados de edificios y suelos urbanos.

La Subdirección General de Biodiversidad Terrestre y Marina así como la de Evaluación Ambiental han contado con la información de SEO/BirdLife sobre Áreas Importantes para la Conservación de las Aves, pero también con WWW España sobre la Red Estratégica de Corredores Ecológicos de la iniciativa Autopistas Salvajes. Entre los indicadores empleados se incluyen la distancia de núcleos urbanos, las masas de agua y zonas inundables o los planes de recuperación y conservación de especies en áreas críticas.

También se han tenido en cuenta los Hábitats de interés comunitario, los espacios de la Red Natura 2000, aquellos parajes naturales protegidos y los Humedales de importancia internacional (Ramsar), como l’Albufera. El informe de Transición Ecológica recoge que la Comunitat Valenciana es una de las autonomías que cataloga las vías pecuarias como no aptas para las placas solares.

Soberanía energética

En la línea marcada por el Botànic de alcanzar la soberanía energética, el ministerio remarca la necesaria transición para reducir el consumo de combustibles fósiles finitos y causantes del calentamiento global, la pobreza de recursos tradicionales y la dependencia de terceros países. El decreto del Consell de abril de 2022 aunque simplifica trámites por la emergencia climática, es garantista con la protección paisajística, obligando al promotor a abordar «de manera concisa» en sus proyectos las principales afecciones al medio ambiente.

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