Como cada año, el mes de junio nos encandila con la idea de baños en la playa o en la piscina y de días que se hacen casi eternos. Para quienes vivimos en el hemisferio

norte, el sexto mes del año nos trae más de una cosa positiva. Si hablamos de astronomía, nos va a sorprender en muchas cosas, pero una de las más significantes será

la primera superluna del año.

Según la NASA, una superluna ocurre cuando la órbita de la luna está más cerca a la Tierra y también se encuentra en su fase de plenitud. Resulta que este fenómeno es

bastante sutil, puesto que no se aprecia tanta diferencia pero para el observador avanzado, hay mucho que ver y aprender.

Para aclararnos, el punto más cercano de la Luna se conoce como perigeo y suele quedar aproximadamente a unos 363.300 kilómetros de la Tierra. Cuando este fenómeno ocurre, nuestro satélite luce más brillante de lo normal y un poco más grande. De ahí que se le atribuya el término de “superluna".

La primera superluna del año es la de fresa. Será la primera de las tres que ocurrirá aún en primavera. Concretamente, disfrutaremos de este evento el 14 de junio, alcanzando su máximo a las 13:51 hora peninsular española. De esta manera, la noche anterior y la posterior serán los mejores momentos para disfrutar del espectáculo lunar. Se conoce con ese nombre porque es la época del año en la que las fresas empiezan a madurar. De hecho, este mes marca el inicio de la temporada de la recolección de esta fruta de verano.

Desde las culturas primitivas hasta la actualidad, los seres humanos hemos compartido una inevitable fascinación por nuestro satélite. Tanto así, que hasta dependían de ella para tener noción del tiempo, ya que aun no teníamos calendario. Básicamente, no registraban el tiempo como lo hacemos ahora. Atribuían a cada una de las lunas llenas un apodo característico para realizar un seguimiento de las estaciones y tener controlados los alimentos, ¿cuál será la siguiente?