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Cierran una habitación en el Hospital Clínico por una plaga de chinches

El foco estaba en la butaca de los acompañantes | Una vecina de Canet ha interpuesto una queja tras sufrir una reacción alérgica ante las picaduras

Fotografías de las picaduras en brazos y espalda que Vicenta ha adjuntado a su queja.

"¡Cómo es posible que a estas alturas y en un hospital haya una plaga de chinches. Clama al cielo!". La frase es de Vicenta, una vecina de Canet que ha sufrido el ataque de estos molestos insectos mientras acompañaba a su marido en el Hospital Clínico de València y que ya ha interpuesto una queja ante la Conselleria de Sanidad por lo sucedido.

La pareja entró en el hospital el pasado día 15 por Urgencias y al día siguiente los instalaron en la habitación 410, en la cuarta planta. No fue hasta el miércoles cuando Vicenta empezó a notarse varios picotazos en los brazos mientras estaba recostada en la butaca que hay destinada a los acompañantes. "Noté algo que me picaba y cogí una cosa pequeña roja. La segunda que cogí la aplasté con los dedos y vi que salía sangre pero no le di más importancia", relata desde su casa. Aquellas primeras "picaditas" evolucionaron en un intenso picor y en grandes ronchas en la espalda y en los brazos, por lo que Vicenta decidió informar a las enfermeras de planta.

"Cuando les expliqué el tipo de bicho que había visto avisaron al momento. Al rato llegó un chico que me enseñó varias fotos y cuando le señalé el bicho que yo había visto ya nos dijeron que probablemente era una infestación de chiches", explica Vicenta que razona que no reconoció qué tipo de insecto le había picado "porque yo nunca había visto una chinche". Esa misma tarde sellaron la habitación y a ellos los reubicaron no sin antes pedirles que dejaran todos sus efectos personales atrás. "Me pidieron que me cambiara, tuve que ir a comprarme ropa y lo dejamos todo ahí, incluidos artículos de aseo".

"Noté algo que me picaba y cogí una cosa pequeña roja. La segunda que cogí la aplasté con los dedos y vi que salía sangre pero no le di más importancia"

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Tras recibir el alta, y ya desde casa, Vicenta ha decidido interponer una queja por lo sucedido y por la falta de asistencia que tuvo en esos momentos. "Lo correcto hubiera sido que las enfermeras hubieran dado parte a algún médico para que pudieran asistirme porque yo estaba fuera de mi domicilio y cuidando de mi marido", explica en la queja. No fue hasta este martes que esta vecina de Canet pudo acudir a su médico de Familia para que le recetaron un antihistamínico ante la fuerte reacción que ha sufrido a las picaduras: "No podía dormir, me tenía que levantar a ducharme y a ponerme pomadas y gel frío", explica.

Estos insectos se alimentan de sangre y, si bien su picadura no transmite enfermedades, la saliva que inyectan para que la sangre no coagule sí puede provocar reacciones alérgicas graves en algunas personas.

Cierran y desinfectan la habitación del Clínico

Desde el centro hospitalario han reconocido la existencia del problema asegurando que la habitación ya estaba cerrada y se había aplicado el protocolo de desinfección "que consiste en retirar los muebles y aplicar un tratamiento" ya que al parecer, el foco de la infestación estaba en la butaca del acompañante que usó Vicenta pero no en la cama donde ubicaron a su marido, que no sufrió ningún picotazo. "Cuando el servicio de medicina preventiva lo indica, se vuelve a abrir con todas las medidas de seguridad e higiene", añadieron desde el centro.

Urgencias del Hospital Clínico de València, donde se ha cerrado una habitación por una plaga de chinches. LOYOLA PEREZ DE VILLEGAS MUÑIZ

No es la primera vez que el Hospital Clínico de Valencia tiene que lidiar con el problema de aparición de chinches en sus habitaciones. Hace tres años se conoció otro episodio parecido, con un foco de chinches también en las butacas de los acompañantes y en años anteriores habían llegado quejas similares. Estos insectos también han colonizado habitaciones de otros hospitales, como el de Xàtiva donde se tuvo que cerrar ocho días una planta entera tras detectar una plaga de chinches en 2015.

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