Enrique Benavent Vidal (Quatretonda, la Vall d’Albaida,1959) tomará las riendas del Arzobispado de Valencia tras nueve años en Cataluña como obispo de Tortosa. Sucede así al cardenal Antonio Cañizares y abrirá dentro de dos meses, cuando se materialice la toma de posesión, una renovación en la diócesis de Valencia reclamada y esperada por muchos. Su primer saludo, con el arranque y clausura en valenciano, despertó más de una sonrisa de satisfacción en el Palacio Arzobispal. Además, exhortaba el prelado a compartir «el deseo de hacer de la Iglesia una auténtica familia». «Nos unen la fe y el amor a Cristo, si estos son auténticos, las diferencias legítimas que pueda haber entre nosotros no se convertirán en divisiones», expresaba.

Su carta, leída por el vicario general Vicente Fontestad, destilaba una llamada a la unidad entre aquellos sectores más aperturistas y los ultraconservadores. Era el candidato ideal para suceder a Cañizares, coinciden los expertos y también el ala más progresista del clero valenciano. El no uso del habla autóctona ha sido uno de los grandes reproches al cardenal Antonio Cañizares en sus ocho años al frente de la Seu. Aunque el ahora arzobispo emérito proclamó inicialmente su intención de hablar «la dulce lengua valenciana», finalmente no fue su prioridad. Tampoco impulsó el misal en valenciano, traducido hace muchos años por la Academia Valenciana de la Llengua. Por contra, Benavent dejó clara su apuesta por el valenciano al dirigirse a los asistentes con la fórmula «estimats germans».

Dejó clara su apuesta por la lengua autóctona al dirigirse a los asistentes con la fórmula «estimats germans»

«Me pose en mans de la mare de Déu», dijo en el ecuador de un discurso plagado de guiños a los más desfavorecidos. «A todos aquellos que están pasando por momentos difíciles por enfermedad, falta de trabajo, o soledad», dijo. Tuvo palabras para los inmigrantes, «que habiendo nacido en otros países habéis venido a nuestras tierras buscando una vida más digna o, simplemente para salvar la vuestra y la de vuestras familias». No descuidó, tampoco, la labor institucional al enviar «un saludo respetuoso a las autoridades». «En su misión propia, la Iglesia quiere ser servidora de todos», avanzaba Benavent en su misiva.

El hasta ahora obispo de Tortosa se acogía a las palabras de San Pablo para señalar que el «amor sincero» y las «palabras verdaderas» son las que inspiran su lema episcopal. Con ese espíritu, recalcaba, vuelve a Valencia, «para cuidar del pueblo de Dios no a la fuerza, sino de buena gana, con alegría cristiana, con generosidad y buscando siempre los intereses de Cristo, o los míos». «No como un déspota que se considera a sí mismo dueño del rebaño y modelo del rebaño», remarcaba.

Aunque en las quinielas para relevar al cardenal Cañizares figuraba también el actual obispo de Getafe, Ginés Ramón García Beltrán, ya el pasado viernes Levante-EMV publicaba que era Benavent quien había ganado posiciones. Un medio especializado y contrastado como Religión Digital daba por hecho que Benavent era el elegido por Roma. El propio Cañizares desvelaba que la designación se conocía desde el 13 de septiembre, sin que hubiera trascendido hasta hace unos días.

El relevo de Cañizares se anunció a la curia el 13 de septiembre pero no será efectivo hasta diciembre

La nueva cabeza de la Iglesia valenciana ejerció como sacerdote en la diócesis desde su ordenación en 1982 hasta 2004, cuando fue nombrado por Benedicto XVI obispo auxiliar del entonces arzobispo Agustín García Gasco. En la carta enviada a modo de presentación confesaba que afrontaba «una responsabilidad que nunca hubiera imaginado» al volver a la que considera su casa. Tras manifestar su gratitud al papa Francisco por su «gesto de confianza, señalaba que aceptaba «con gozo este encargo», al tiempo que pedía perdón» por sus «limitaciones», de las que dice ser «consciente».

"Una auténtica familia"

«Ser arzobispo de la Diócesis en la que nací a la fe, en el seminario en el que me formé y a la que antes de ser obispo de Tortosa serví con alegría durante veintidós años como sacerdote y ocho años y medio como arzobispo auxiliar, lo estimo de corazón», confesaba. «Nunca podré retornarle todo lo que recibí de ella», indicaba. Además, remarcaba la «dedicación admirable» de Cañizares durante los últimos ocho años, la «sencillez de su persona y su vida» así como «su entrega total». Este, por su parte, pedía «hacer piña» con el nuevo arzobispo.

"Ser arzobispo en la diócesis donde me formé a la Fe, lo estimo de corazón", señala Enrique Benavent

Benavent estudió en el Seminario Diocesano de Moncada y se licenció en Teología por la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia (1986) y es doctor por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (1990-1993).Además ser coadjutor de la Parroquia de San Roque y San Sebastián de Alcoi, desempeñó diversos cargos, como profesor de Síntesis Teológica para los Diáconos en el Seminario Mayor de Moncada (1985-1990), delegado episcopal de Pastoral Vocacional (1993-1997) y miembro del Consejo Presbiteral. Fue profesor en la Sección de Valencia del Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre Matrimonio y Familia (desde 1994) y como director del Colegio Mayor San Juan de Ribera de Burjassot-Valencia (desde 1999), según los datos de la Conferencia Episcopal Española (CEE).

Fue obispo auxiliar de Valencia junto a Esteban Escudero, ahora obispo emérito de la Seo

Benavent, cuando dejó el arzobispado de Valencia para ser obispo de Tortosa. Paraula/AVAN

En la Facultad de Teología San Vicente Ferrer fue profesor de Teología Dogmática y director de la Sección Diócesis (desde 2001) y decano-presidente (desde 2004). El 8 de noviembre de 2004, Benedicto XVI le nombra obispo auxiliar de Valencia junto a Esteban Escudero Torres, ahora obispo emérito de la SEO. Tomaría posesión unos meses después. El 17 de mayo de 2013 el papa Francisco le señala para hacerse cargo de la diócesis de Tortosa y en julio se hace efectivo el relevo.

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Teólogo reputado y autor de libros

Benavent es el actual presidente de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe y miembro de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española. También ha sido miembro de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades (Subcomisión de Universidades) de 2008 hasta 2017. Es un reputado teólogo y autor de varios artículos y obras, entre las que destacan: ‘El Misterio Pascual en la teología reciente’, ‘La Declaración Dominus Iesus, la carta Novo Millennio Ineunte y la cristología reciente’, ‘El Jesús de Nazaret de Joseph Ratzinger-Benedicto XVI: cristología y lógica de la fe’ y ‘Teología y vida eclesial”.