Cuatro nuevas estaciones depuradoras, la remodelación de una quinta y las reformas en una sexta figuran como actuaciones más relevantes incluidas en el plan de obras de la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar). Todo un refuerzo al tratamiento de los desechos generados por los núcleos urbanos. Las inversiones que tiene previsto ejecutar en 2023 ascienden a 52 millones, aunque el plan de obras de los próximos años supera los 500 millones.
La Epsar se ha marcado un total de 115 actuaciones en todo el territorio valenciano, entre las que destacan la licitación del proyecto de mejoras en Pinedo por 34 millones, la continuación de las obras en la EDAR de Cheste-Chiva (21 millones) o la adjudicación de una instalación para Almoradí (20 millones). Para la futura remodelación de la de Algorós en Elx, en fase de redacción, se prevé una partida de 50 millones.
Control de 487 estaciones
El Pleno del Consell de hace unas semanas aprobó la autorización para proceder a licitar tres contratos por sesenta millones para la reforma de la depuradora de Pinedo, la gestión de la planta de Quart-Benagéber y la licitación del control de las 487 depuradoras de la Comunitat Valenciana. Destacan también la nueva EDAR Bétera-Carraixet (15 millones), la remodelación de la ya existente en Benicassim y la renovación de la red de colectores de la Pobla de Farnals (9,3 millones).
La Epsar contabiliza un total de 501,12 millones en actuaciones durante los próximos ejercicios. Algunas ya se arrastran de anteriores anualidades (45,21 millones), y otras se iniciarán a partir de enero (129,45 millones) mientras que el resto estarán en fase de tramitación, licitación o adjudicación al final de 2023 (326,46 millones). Un intento por pisar el acelerador tras años con las inversiones ralentizadas.
No hay más que recordar las últimas memorias de gestión, con caídas de la inversión del 30 % en 2020. Situación que la Conselleria de Transición Ecológica ha tratado de revertir con varios cambios en la Epsar en los últimos años. Especialmente en la gerencia, donde Augusto Montamarta relevó a Enrique Lapuente, nombrado con el Botànic I. Desde junio de 2021 es Juan Ángel Conca quien lleva las riendas de la entidad pública de la Generalitat.
Para aumentar la reutilización, otro de los objetivos del Botànic desde la primera legislatura, se instalarán tratamientos terciarios en hasta dieciseis depuradoras de la Vega Baja o localidades como Altea, la Vila Joiosa y Xàbia. Una apuesta que permitirá destinar las aguas regeneradas para uso agrícola en los puntos con mayor estrés hídrico. En 2021, el 56,68 por ciento del agua depurada se destinó a fines productivos y ambientales, con 256,98 hm3 de un volumen total de 453,41 hm3 según las cifras de la propia Epsar.
