El pasado día 23 de noviembre tuve la oportunidad de visitar el Instituto de Enseñanza Secundaria La Creueta en Onil (Alicante). Gracias a una invitación de su dinámica profesora, mi amiga Lliris Santonja, pude dar una charla a los alumnos de primero de ESO. Nos acompañaban otros dos profesores, Helena Martí y Pere Milla, uno de ellos antiguo alumno mío en la Licenciatura de Geografía en la Universidad de Alicante. Siempre que tengo uno de estos encuentros con antiguos alumnos ya convertidos en profesores tengo una doble sensación de satisfacción y desasosiego por el rápido paso del tiempo. Más allá de mi pequeña charla sobre Geografía, climatología y riesgos, los propios alumnos, por indicación de sus profesores, habían preparado preguntas, como si fueran periodistas. Todas ellas resultaron enriquecedoras, pero hubo una de una chica que me llegó especialmente. Quería saber si era demasiado tarde ya para parar el cambio climático. Le expuse con sinceridad todo lo que pienso del tema y le dije que mi obligación era decir que estábamos a tiempo, porque la dinámica catastrófista que triunfa cada vez más sólo nos puede llevar al abismo de no hacer nada porque ya no sirva. De la misma forma, por mucho que sepa que el grueso de la acción contra la contaminación global escape a la acción individual, insistí en que nuestra obligación moral es hacer todo lo que esté en nuestra mano. Una verdadera satisfacción este tipo de visitas que todos los docentes universitarios deberían hacer para saber lo que se cuece en este nivel educativo.