Un total de 21.424 jóvenes están esperando el bono del alquiler de la Generalitat. Conselleria de Vivienda solo ha pagado las ayudas a 650 personas desde que el plazo cerró en octubre, y esta semana pagará a 1.995 personas más. El resto todavía está sin tramitar.

El plazo para pedir las ayudas acabó el 31 de octubre, y se presentaron 24.069 solicitudes. De esas, de momento solo se han tramitado 3.530: 2.645 que se pagan esta semana y 885 resueltas pero todavía sin pagar. El principal problema, según explica Vivienda, es que no tienen un método efectivo para gestionarlas.

Conselleria explica que las ayudas están atascadas porque son nuevas y "se ha tenido que generar todo un proceso desde cero y eso ha atrasado mucho la gestión de las ayudas, ya que técnicos y tramitadores han tenido que aprender en base a ensayo y error". Vivienda ya tenía ayudas al alquiler autonómicas, pero estas nuevas del Gobierno "han multiplicado el trabajo pero el personal es el mismo".

Nacho Moya es uno de esos pocos jóvenes que sí que tiene concedido el bono. Tiene 26 años, trabaja y estudia una carrera y comparte piso junto a otra persona en València. "Me empadroné, presenté todos los papeles vía telemática y me lo han concedido en la primera resolución de las ayudas, hace unas semanas", cuenta.

Valencia. Nacho tiene aprobada la ayuda al alquiler de la Generalitat Valenciana pero su compañero de piso no German Caballero

El bono joven es una ayuda de hasta 250 euros para personas de 18 a 35 años. Puede pedirse para el alquiler de un piso o de una habitación. En el caso de las habitaciones, no puede superar los 300 euros al mes, y para los pisos el techo lo marca la zona en la cual se encuentra, y puede ir desde 420 euros como máximo en las zonas con alquileres más bajos hasta los 770 euros en las zonas con precios más altos (como València, por ejemplo). En las ciudades de Castelló y Alicante el tope es de 680 euros.

Las ayudas al alquiler ya existían en la Generalitat, pero este año se han fusionado con las que ha creado el Gobierno, con lo que la partida es mucho mayor y trae novedades. La primera es que ahora se subvenciona el alquiler por el plazo de dos años, y las condiciones es que los solicitantes trabajen o tengan ingresos y que consten como titulares en el contrato de alquiler.

En función de los jóvenes que compartan la vivienda el techo de renta es más o menos alto. Pero para una vivienda de dos jóvenes el máximo es 4 veces el IPREM (32.424 euros), y para tres personas o más de cinco veces, es decir, de 40.530 euros.

Para la ayuda se han destinado 25,3 millones de euros, de los que 9.4 son del Ministerio de Transportes y Movilidad Urbana y 15.900 de la Generalitat Valenciana.

"La ayuda no llega a quien más lo necesita"

Nacho sí que tiene la ayuda, pero su compañero de piso no, porque le faltó entregar documentación. "Es bastante complicado de tramitar si no se está familiarizado con temas administrativos, la verdad, porque requiere justificantes de pago, nóminas, contrato, etc, y para alguien que no esté acostumbrado a estos trámites es complicado", explica.

En su círculo él es una rara avis porque es la única persona que ha conseguido cobrar la ayuda, la gran mayoría están a la espera y enredados con el papeleo.

Valencia. Nacho tiene aprobada la ayuda al alquiler de la Generalitat Valenciana pero su compañero de piso no German Caballero

Por otro lado, muchas personas se han quedado fuera de las ayudas por los topes a los precios del alquiler de 770 y 680 euros. "Tengo amigas en una situación mucho más precaria que la mía a las que no le han concedido la ayuda por este motivo. No tiene mucho sentido, porque ellas tienen menos recursos y un trabajo menos estable que yo, pero no reciben nada. Creo que esta limitación de la ayuda ha dejado fuera a las personas que más falta les hace solo por compartir pisos con alquileres más altos", denuncia.

En su caso paga 600 euros por un piso en el barrio de Patraix, algo ya muy poco común para la ciudad y para la zona. Y aunque este año le han subido el alquiler se considera un afortunado porque "no pagamos mucho en comparación a otros y el casero no nos ha subido más del límite para que podamos seguir cobrando la ayuda", cuenta.

Para Nacho la ayuda no deja de ser "un parche". Y más en el caso de la prestación por vivir en una habitación. "Es algo muy triste que tengamos que pedir una ayuda para vivir en una habitación ¡No para alquilar un piso! ¡Para vivir en cuatro paredes!", denuncia.

Aunque Moya matiza que "es algo bueno para los jóvenes y sin esa posibilidad muchos estarían fuera de la ayuda", reivindica que "no nos podemos olvidar de que los jóvenes tenemos derechos, entre ellos el de tener una vivienda digna, y hacen falta políticas estructurales para garantizar esos derechos que se cumplen". La prestación de 250 euros ayuda, pero no es la panacea.

Es una situación muy frustrante para muchos jóvenes; "tenemos trabajo pero no nos podemos emancipar, nos vemos abocados a compartir piso sí o sí por los precios del alquiler, y luego está la nula posibilidad de meternos en la compra de un piso por nuestra situación laboral y cómo está el mercado ahora mismo".