Esperando a la DANA

Previsión del tiempo.

Previsión del tiempo. / METEOCIEL

Enrique Moltó

Una vez más estamos ante la expectativa contradictoria de la DANA que empezara a afectarnos el próximo fin de semana. En primer lugar, conviene poner delante el artículo para que quede claro que DANA no es un nombre propio sino sólo las siglas de Depresión Aislada en Niveles Altos y que, como tal, es sólo una situación sinóptica y no un sinónimo de desastre natural provocado por el cambio climático, como algunos parecen deducir de lo que fue la DANA que afectó a la Vega Baja del Segura en 2019. Que quede claro que yo soy un romántico que sigue prefiriendo la denominación gota fría, que también fue sinónimo de desastre en octubre de 1982. Esa situación sinóptica se combinará en algunos lugares con vientos de origen marítimo, de un mar muy cálido en esta época del año, que chocarán con los relieves litorales, que ayudarán a hacer ascender esos vientos cálidos y húmedos hacia ese aire frío, que los condensará de forma súbita y provocará precipitaciones torrenciales en los puntos concretos donde se dé toda la combinación de elementos a la vez. Es muy probable que a pocos kilómetros de donde se dé todo eso a penas llueva y que en otros puntos llueva lo que algunos, yo mismo, consideran “lo justo en cantidad y calidad”. Todo eso generará cuando haya pasado decepciones ante los avisos que “no se cumplen” y enfados en los que piensen que los avisos se han quedado cortos. A todo ello se une el hecho de que no sea tan habitual una situación así a principios de septiembre o el hecho de que este mes sea el peor para acertar en esto pronósticos, pero yo creo que se debe avisar y alertar de lo que puede pasar y no alarmar dando por seguros hechos futuros. De todas formas, simultáneamente, algunos medios publican chorradas de cabañuelas que no solo se atreven a adivinar el tiempo de todo un año con las observaciones de este mes, sino que llegan a predecir volcanes submarinos y todo tipo de desastres nunca vistos. Muchos piensan que no se debe hablar de estas cosas para no darles importancia, pero yo no puedo imaginar qué dirían si un curandero hablara de medicina en los medios con total impunidad.