Así es como la innovación reduce el impacto del plástico para una agricultura sostenible

El centro tecnológico Aimplas impulsa nuevas soluciones para mejorar la calidad del suelo como films biodegradables o hidrogeles naturales que se descomponen sin generar residuos

Un investigador coloca los hidrogeles naturales de Aimplas para mejorar la calidad del suelo.

Un investigador coloca los hidrogeles naturales de Aimplas para mejorar la calidad del suelo. / ED

Eduardo Enric

El sector de la agricultura y la silvicultura se enfrenta actualmente a diversos retos que es necesario abordar desde una perspectiva integral. La meta es asegurar su sostenibilidad ambiental y económica, así como seguir manteniendo su posición estratégica en la economía de la Comunitat Valenciana. Estos desafíos se materializan en la falta de rendimiento de los cultivos, las plagas que los acechan, el acelerado deterioro y empobrecimiento de los suelos o el problema de la falta de gestión de los residuos plásticos que generan estos sectores. Para superarlos, la innovación y la tecnología se postulan como herramientas clave

El Instituto Tecnológico del Plástico, Aimplas, trabaja para dar respuesta a estos retos, a través de la línea de investigación en Agricultura y Silvicultura Sostenible, financiada por el Instituto Valenciano de la Competitividad Empresarial (Ivace). En concreto, el centro tecnológico pone al alcance del sector diferentes desarrollos para reducir el impacto de los plásticos en la agricultura y la silvicultura y mejorar la calidad del suelo agrícola y forestal.

Productos sostenibles

Dentro de esta línea, Aimplas desarrolla films acolchados y de solarización biodegradables en el suelo que incorporan bioestimulantes orgánicos procedentes de residuos vegetales. Con ello, se consigue reducir el uso de insumos químicos y se evita la gestión y eliminación de estos films tras su vida útil.

El centro tecnológico también trabaja en films agrícolas térmicos tipo cubierta que controlan la longitud de onda transmitida y bloquean la radiación infrarroja. Estos films contribuyen a aumentar el rendimiento de los cultivos. Además, Aimplas también está investigando nuevos hidrogeles a partir de polímeros naturales biodegradables, conocidos como polielectrolitos, con una alta capacidad para retener la humedad. Gracias a ello, se consigue una mejor gestión del riego mediante hidrogeles naturales que se descomponen en el suelo sin generar ningún tipo de residuo. 

Aimplas desarrolla films agrícolas para reducir el impacto del plástico en la agricultura.

Aimplas desarrolla films agrícolas para reducir el impacto del plástico en la agricultura. / ED

Estos desarrollos están integrados en las tres grandes líneas de investigación de Aimplas en materia de agricultura y silvicultura, centradas en la funcionalización de productos para el control de plagas, la valorización de residuos agroalimentarios y de plasticultura, y el desarrollo de productos de plasticultura más sostenibles.

Innovación en plasticultura

Así, Aimplas impulsa productos plásticos funcionalizados con repelentes naturales que contribuyen al tratamiento de plagas, evitando daños ocasionados por insectos. También se aportan nuevas soluciones de materiales con nuevas funcionalidades (biocidas, antimicrobianas, antitérmicas, difusores de luz) y de liberación controlada (antiraíces, fertilizantes…) que ayudan a la preservación.

Aimplas basa su trabajo en la innovación tecnológica para conseguir una agricultura sostenible

Aimplas basa su trabajo en la innovación tecnológica para conseguir una agricultura sostenible / ED

Por otro lado, es importante dar solución a la falta de gestión de los residuos plásticos generados en el sector de la agricultura y la silvicultura ya que, en muchos casos, después de las cosechas la recuperación y el reciclado de estos es complejo. Para reducir el impacto de los plásticos en agricultura, Aimplas investiga nuevos materiales y productos biodegradables en el suelo del mismo cultivo, como es el caso de films agrícolas. 

Al mismo tiempo, el centro también aporta nuevas soluciones para aprovechar los residuos agrícolas (restos de poda y de cultivos, plásticos y mallas de invernaderos, tuberías, etc.) para la obtención de bioplásticos y aditivos, o bien, para usarlos en forma de fibras y cargas en nuevos productos plásticos. Así, estos subproductos pueden tener una segunda vida en forma de nuevos plásticos compuestos símil cartón, nuevos antioxidantes, aminoácidos, biopesticidas, bioestimulantes, etc.