Infraestructuras

El tren València-Barcelona que pide la alcaldesa de València es el tramo "maldito" del corredor mediterráneo

El tramo Castelló-Tarragona nunca se ha incluido en un estudio

El trazado de València a Cataluña ha sufrido cuatro cambios de diseño

Obras en el corredor mediterráneo entre Castelló y Tarragona para adaptar las vías al ancho europeo.

Obras en el corredor mediterráneo entre Castelló y Tarragona para adaptar las vías al ancho europeo. / Levante-EMV

Cada vez que hay un cambio de gobierno o un cambio de equipos al frente de los sucesivos ministerios de Transportes/Fomento, los tramos ferroviarios por construir se echan a «temblar». Como el de la conexión ferroviaria València-Barcelona que incluye el tramo maldito del corredor mediterráneo, el Castelló-Tarragona, olvidado en todas las planificaciones de las líneas de alta velocidad. La línea ferroviaria entre las capitales valenciana y catalana es la eterna aspirante a ser modernizada desde hace cuarenta años. Buenas intenciones que nunca se han materializado en nada.  

Triángulo de oro del tren

La alcaldesa de València, Maria José Catalá reivindicaba el martes al Gobierno Central que «debe hacer sus deberes y hacer realidad el ‘triángulo de oro del tren’ entre Valencia Madrid y Barcelona. No puede ser que la conexión con Barcelona sea tan precaria y que la conexión con Madrid haya empeorado al desviar la mayoría de los trenes a la estación de Chamartín». Catalá hizo esta petición en la mesa redonda «La ciudad del siglo XXI» junto al alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y el de Barcelona, Jaume Collboni, organizada por Foment del Treball en su nueva sede en Madrid. 

El conejillo de indias de la planificación ferroviaria

Los viajes de València a Chamartín son provisionales, hasta que finalice la adaptación de la estación de Atocha al túnel de alta velocidad entre ambas estaciones (y que al menos ya permite la conexión directa de Alicante y València con Galicia y Asturias). Peor remedio tiene el tramo del corredor mediterráneo entre València, Castelló y Tarragona que ha sido el laboratorio de pruebas o el conejillo de indias de la planificación ferroviaria española desde el año 2012. Y el gran olvidado en los diferentes planes de infraestructuras diseñados por el Gobierno central desde 1987. 

Como es sabido, el tramo Tarragona-Barcelona ya está en servicio desde el 20 de febrero de 2008. Al sur de Tarragona la vida sigue (casi) igual que en las últimas décadas. El trazado Castelló-Tarragona ha quedado en una especie de «tierra de nadie» que nunca se ha incluído en la planificación de las líneas de alta velocidad de la Comunitat Valenciana y Cataluña y su conexión con el centro de la península. 

La rotúla del corredor mediterráneo

El Castelló-Tarragona (y de rebote el València-Barcelona, la rótula principal del corredor mediterráneo) es la principal víctima de la España radial. Porque ha sido un fragmento de trazado olvidado en los sucesivos planes de infraestructuras de los ministros de Obras Públicas, Fomento o Transportes, como Josep Borrell (PSOE), Rafael Arias Salgado (PP), Francisco Álvarez Cascos (PP) o Magdalena Álvarez (PSOE). Aunque esta última sí llegó a licitar y adjudicar en 2009 la redacción del estudio informativo del tramo Castelló-Tarragona que nunca ha visto la luz. 

Contratos anulados y cuatro diseños

Además, la crisis provocó que en 2009 el sucesor de Magdalena Álvarez, José Blanco (PSOE) anulara los contratos adjudicados del AVE València-Castelló. Un proyecto que se sustituyó en 2012 por la ocurrencia de la ministra de Fomento Ana Pastor (PP) del tercer carril o tercer hilo (para permitir la circulación en ancho ibérico y europeo) entre València y Tarragona. Un proyecto que ha tenido hasta cuatro diseños distintos en estos doce años. Que aún se ejecuta entre València y Castelló más de una década después. Y que prevé para el Castelló-Tarragona la migración total al ancho europeo (obras que ya se han iniciado). Una de las escasas alegrías que ha tenido el corredor mediterráneo fue la puesta en servicio de la variante de Vandellós en 2020 que acabó con los 39 kilómetros de vía única entre Vandellós y Tarragona

El bucle del litoral de 1987 y el AVE que vetó Jordi Pujol

El Plan de Transporte Ferroviario de 1987 del Ministerio de Obras Públicas identificaba un «eje vertebrador central noreste-suroeste desde Barcelona a Sevilla» que constituía la «bisagra» o charnela de dos bucles: «el bucle mediterráneo que cierra la comunicación entre Madrid-Valencia-costa mediterránea-Tarragona-Barcelona-Zaragoza-Madrid». Y el «bucle castellano-vasco», según Josefina Cruz Villalón en su artículo sobre «La política ferroviaria en España». Para el Plan de Infraestructuras de 1994 la Generalitat propuso que el AVE Madrid-Barcelona pasara por València, pero Jordi Pujol se opuso. L. B. València

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